Pili lleva viviendo nueve años en la UVA de Hortaleza. Cuando llegó se encontró “una casa en ruinas”. No sin esfuerzo, la transformó en un hogar. Un hogar humilde en el que conviven su marido Marcos –con un grado de discapacidad del 43%–, su hijo de 8 años –con una discapacidad del 44%–, su hija de 6 años y, la última en llegar, una bebé de apenas 21 días.

Los cinco duermen “como pueden” en una sola habitación. Apenas un tabique separa la habitación de un cuarto en el que el salón –que también ejerce de cocina–queda separado del baño por una puerta. En la nevera cuelga un dibujo que le han hecho sus hijos en el que puede leerse “te quiero papá y mamá”.

Las “ratas como cucarachas”, “las humedades”, “el miedo a que en cualquier momento se derrumbe la casa” y “la incertidumbre de no saber si nos van a dejar en la calle el día menos pensado” son circunstancias con las que Pili y su familia se han acostumbrado a convivir. Encontrar un alquiler es poco menos que una tarea imposible debido a la precaria situación económica de esta familia.

La sentencia judicial ordena a la Agencia para la Vivienda Social buscar alternativas de realojamiento en un plazo de seis meses

Una situación límite a la cual la Agencia para la Vivienda Social (AVS) de la Comunidad de Madrid (antiguo IVIMA) parece hacer caso omiso. Y ello pese a la sentencia en firme de un juez que ordena a la AVS el realojo de la familia de Pili en una vivienda social.

Según denuncia la propia Pili, la AVS no solo no le ha ofrecido una solución, sino que la ha intentado desalojar en varias ocasiones: “En diciembre no pudieron entrar por un contacto estrecho con COVID”; “en enero me llamaron para decirme que paraban el desalojo por Filomena”. La sentencia judicial ordena a la AVS buscar alternativas de realojamiento en un plazo de seis meses.

CONCENTRACIÓN FRENTE A LA AGENCIA DE LA VIVIENDA SOCIAL

El Sindicato del Barrio de Hortaleza denuncia que “la estrategia de la AVS es demorar los plazos para que archiven el caso”; mientras tanto, “los inspectores de la AVS siguen enviando notificaciones de desalojo”.

“Lo que es aún más sangrante”, indican las miembras del sindicato, “es que el IVIMA dispone de viviendas sociales libres sin ocupar en los edificios de protección social de la UVA de Hortaleza”. Pili se lamenta y no acaba de entender “por qué a otras personas sí les dan alternativas”. Además, añade, “me da lo mismo la zona en la que me realojen o las características de la vivienda, lo único que pido es un hogar en el que poder vivir dignamente con mi familia”.

El Sindicato de Hortaleza ha lanzado una campaña en Facebook, Instagram y Twitter con las etiquetas #acataAVS y #lacasaparaPili. Además el próximo jueves 1 de julio han organizado una concentración frente a la sede de la AVS a las 10.30 horas, en la calle Basílica número 23.

Los colectivos Juventud Antifascista de Hortaleza y de Usera ya han anunciado su participación. Asimismo, la Plataforma de Afectadas por la Vivienda Pública y Social (PAVPS) y la agrupación Coordinadora de Vivienda Madrid también han confirmado su asistencia. Desde el Sindicato invitan “a cualquier vecino a participar en la concentración”.

 

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