Nadie sabe dónde pudo ser, aunque hay algunos que sonríen pero callan. Hortaleza tuvo durante la noche del 23 al 24, al menos, una hoguera. Se trataba de un fuego ilegal, alegal o irreverente por el que saltar por encima de uno de los elementos que conformó el universo y dio a la raza humana una seña de identidad. ¿Qué puede significar la magia del fuego, la purificación de la llama, el fin una etapa…?
El riesgo, la noche y la vitalidad de cuerpos jóvenes, que se alzaban o volaban a más de un metro para evitar el lengüetazo de la pira, unió en círculo a hortalinos y hortalinas de todas las generaciones que celebraron este ritual de tribu.
Aún queda la fiesta de Juan y Juana que organiza La Unión de Hortaleza este sábado 25. Será un encuentro más personal, más íntimo que otros años, en el que la llama de la palabra saltará al calor de los abrazos, de la comida compartida y de la música. Que nadie se lo pierda, porque esta celebración del cuadragésimo sexto aniversario de esta asociación vecinal tiene una dirección: calle Santa Susana, 55.