Bolsas de basura rebosando de los cubos. Aceras salpicadas de todo tipo de deshechos. Parques cubiertos por un manto de hojas caducas. Cajas amontonadas alrededor de un contenedor empachado de cartón. El vecindario de Madrid se ha acostumbrado a estas escenas, aunque no se resigna a que sean algo cotidiano.
Las quejas por suciedad son las más habituales en el servicio de atención a la ciudadanía del Ayuntamiento, Línea Madrid, y se cuentan por decenas de miles a lo largo del año. La falta de limpieza en la capital es una realidad que además genera consenso. Todos los grupos políticos coinciden en que Madrid sigue sin barrer. “Está sucísima”, reconocía la alcaldesa Manuela Carmena en septiembre de 2015, pocos meses después de tomar el bastón de mando de la ciudad, tras reunirse con las empresas responsables de la limpieza viaria de Madrid desde 2013, cuando el anterior gobierno municipal de Ana Botella (PP) agrupó este servicio en un contrato integral para abaratar los costes hasta un 23,7%.
“Las cosas se han hecho muy mal”, dijo entonces Carmena. Pero un año después, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) considera que el Ayuntamiento de Ahora Madrid tampoco lo ha hecho mucho mejor.
Según un informe elaborado el pasado mes de septiembre donde participaron 79 asociaciones de todos los barrios de la capital, más de la mitad (un 55,7%) afirmaba que la situación de la limpieza en Madrid seguía “igual” tras el cambio de gobierno en el Ayuntamiento. Incluso un 21,5% de las entidades consultadas aseguraba que las calles se encuentran “peor” que antes de las elecciones municipales de 2015.
FALTA DE BARRENDEROS
El informe de la FRAVM situaba a Hortaleza como uno de los distritos más sucios de Madrid, el cuarto con peor calificación en limpieza viaria y mantenimiento de jardines. Las asociaciones consultadas se mostraban concluyentes en el origen de tanta suciedad: el 92,7% señalaba la falta de medios humanos y materiales.
“Cuando se implanta el sistema de contratos integrales, la limpieza cae en picado”, apunta Quique Villalobos, presidente de la FRAVM, recordando que las empresas concesionarias han recortado desde entonces la plantilla un 38%, retirando de la calle a 2.411 barrenderos. Una cifra que sería todavía más abultada si los trabajadores no hubieran respondido en 2013 con una huelga de limpieza a la intención de la patronal de despedir a otros 1.400 operarios.
“El sistema de los contratos integrales es diabólico”, proclama Ramón Silva, concejal del PSOE, para referirse al reparto implantado por Botella, asfixiada por la deuda que heredó de su mentor y predecesor en la alcaldía, Alberto Ruiz-Gallardón.
También lo admite Inmaculada Sanz, concejal del PP. “La situación antes no era buena y ahora no es mejor”, reconoce, “aunque antes había ajustes y ahora hay dinero para invertir en limpieza”. Grandes empresas constructoras como ACS, OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial se reparten la basura y la limpieza de Madrid con contratos “blindados”, según el edil socialista, que limitan las mejoras del servicio y olvidan a algunos barrios.
Contenedores a rebosar en la calle Mar Negro / Foto Ramón Silva
VALDEBEBAS, SIN CONTRATO
En nuestro distrito existe un caso clamoroso. El nuevo desarrollo de Valdebebas no está incluido en el contrato integral de limpieza viaria y mantenimiento de zonas verdes que elaboró Botella, porque entonces era un barrio sin residentes.
“De este modo, cuando vienen a limpiar, es porque están trayendo al personal de otras zonas”, explica Liliana Ávalos, presidenta de la asociación vecinal, que relata un incidente en el verano de 2015, cuando se produjo un atropello en la avenida de las Fuerzas Armadas porque la vegetación de la mediana había crecido tanto por la falta de poda que ocultaba el paso de peatones a los conductores.
El Ayuntamiento, que considera esta situación como “un profundo problema”, espera incorporar Valdebebas al contrato en febrero y admite que el desarrollo se limpia actualmente trasladando operarios de otras zonas del denominado Lote 4, que agrupa a los distritos de Hortaleza, Barajas, Ciudad Lineal y San Blas-Canillejas y gestiona la empresa OHL, fundada por Juan Miguel Villar-Mir, que figura en los denominados ‘papeles de Bárcenas’ como uno de los donantes a la ‘caja B’ del Partido Popular.
En estos cuatro distritos se pasó de 1.015 trabajadores a 506 entre diario y 201 en fines de semana tras los recortes, un 30% menos. Según la concejala de Hortaleza, Yolanda Rodríguez, OHL es además una de las empresas “que más problemas han puesto” para contratar barrenderos de refuerzo.
BASURA EN SANCHINARRO
La ausencia de mantenimiento de zonas verdes ha sido otra de las denuncias más insistentes en el barrio de Sanchinarro. “Es un desastre, en algunos puntos del barrio no las han tocado en un año por lo menos”, asegura el presidente de su asociación vecinal, Carlos Sanz Cornejo, y así se lo transmitió a los representantes de OHL en una reunión convocada por la Junta de Hortaleza el pasado mes de diciembre.
Esta empresa también gestiona, mediante una UTE junto a Valoriza (Sacyr), Ascan y Acciona, la recogida de basuras en nuestro distrito, un servicio que ha presentado “deficiencias” en Sanchinarro. El pésimo estado de algunos de los camiones, como denunció el sindicato CGT, provocaba repetidas averías que repercutían especialmente en este barrio, donde la recogida de los cubos se postergaba durante días de manera habitual en muchas de sus calles.
La mejora del servicio de recogida basuras es, por el momento, el principal avance que ha logrado el gobierno municipal de Ahora Madrid. El pasado 1 de noviembre entró en vigor el nuevo contrato que incluye un aumento en la frecuencia de la recogida de los contenedores amarillos destinados a los envases de plástico, que ha pasado a ser de cuatro veces por semana, y la adquisición de 109 camiones para toda la ciudad.
Sin embargo, la vigencia hasta 2020 de este nuevo contrato pospone la remunicipalización del servicio, una reivindicación que había hecho suya Ahora Madrid antes de entrar en el Ayuntamiento.
Basura frente al instituto Conde de Orgaz de Canillas
CALLES OLVIDADAS
Las mejoras para evitar la suciedad en las calles lleva otro ritmo. El pasado 16 de enero, la Mesa por la Limpieza creada por el Ayuntamiento, donde participan las empresas adjudicatarias, los sindicatos y la FRAVM, solicitó el incremento de la dotación económica a los contratos en vigor, también de las tareas de inspección, y una mayor atención a los “viales secundarios”, las calles que no se consideran prioritarias y donde pueden pasar meses hasta que las visita un barrendero.
Lo confirma a Hortaleza Periódico Vecinal uno de los operarios más veteranos del distrito, que prefiere hablar desde el anonimato. “Hoy he trabajado en una calle que llevaba por lo menos seis meses sin limpiar, he llenado ocho bolsas en menos de medio kilómetro”, relataba el barrendero, con tres décadas de antigüedad en nuestro barrio.
“No hay gente, y sacamos el trabajo a golpe de riñón, como hormigas, sin parar, pero a veces no puedes más. Hay sitios que pueden estar dos o tres meses sin barrer, porque a algunas calles solo vamos cuando hay denuncias”, asegura el trabajador.
El informe de la FRAVM detalla esa larga lista de esas calles olvidadas en nuestro distrito. El Pedernoso de Villa Rosa, las zonas verdes de Santa Adela, Burgo de Osma en El Bosque, tramos de Oña en Virgen del Cortijo…
No estaba incluida, sin embargo, la calle de Villagarcía de Arosa del barrio de Las Cárcavas, completamente cubierta de hojas hace unas semanas, por lo que sus vecinos colocaron un cartel con un mensaje rotundo fruto del hartazgo: “Zona marginada por la limpieza”.
Cartel en la calle de Villagarcía de Arosa del barrio de Las Cárcavas