Son las doce de la mañana de un domingo cualquiera en el distrito, salvo porque decenas de personas se concentran en la entrada al parque Clara Eugenia que da a la plaza Santos de la Humosa. Normalmente, esta puerta se encuentra abierta para que cualquier vecino o vecina pueda entrar al parque, pero este domingo se encuentra cerrada.

Rodeadas de una fuerte presencia policial, se cuentan cerca de 50 personas, de las cuales una decena son periodistas, fotógrafas y cámaras. Un pequeño grupo de jóvenes, y otros no tanto, beben latas de cerveza frente a tres policías que custodian la puerta, mientras una mujer mayor les pregunta que por qué están allí cuando deberían estar persiguiendo a los delincuentes. “Señora, estamos aquí para que ustedes puedan ejercer su derecho a manifestarse”, le aclara uno de los agentes.

Rodeadas de una fuerte presencia policial, se cuentan cerca de 50 personas, de las cuales una decena son periodistas, fotógrafas y cámaras

El dispositivo policial, formado por varios furgones e incluso un helicóptero, impidió a un grupo de 40 personas, entre ellas vecinos del barrio que querían mostrar su rechazo a la presencia de colectivos ultras, acercarse al lugar de la concentración.

Comienzan los murmullos y, entre ellos, se escuchan algunas voces más altas: “que se los lleven de aquí”, “que se vayan a su puto país”, “que les pongan a barrer las calles”… Una voz se alza entre las demás. “Pero no digáis eso, que luego nos llaman fascistas”, comenta en tono jocoso Antonio López, que asegura ser vecino de Hortaleza y se erige como portavoz de esta concentración, quien también se encarga de encauzar a los asistentes para evitar que se formen pequeños grupos y que se crispen los ánimos ante los vecinos y vecinas de la zona que pasan por allí y les dicen que no ataquen a los residentes del centro porque “solo son niños y ellos son los más vulnerables”. “Pues lléveselos a su casa, señora”, se oye como respuesta.

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Varios de los asistentes a la concentración se acercaron al megáfono de Hogar Social para dar su testimonio. SANDRA BLANCO

De pronto, un joven del colectivo neonazi Hogar Social aparece con un megáfono y Antonio López anima a los asistentes a contar las agresiones que supuestamente han sufrido o visto por parte de los menores migrantes de los centros de acogida. Detrás de ellos, una enorme pancarta firmada también Hogar Social acapara todas las miradas –“Fuera delincuentes de nuestros barrios”– y unos jóvenes se afanan en que sea visible la bandera de Democracia Nacional.

Después de presentar tres o cuatro testimonios, entre los que se cuentan argumentos como “¿de qué huyen si en Marruecos hay menos paro que aquí?”, “encima viven de subvenciones” o “ayudar está muy bien, pero primero a los españoles”, coge el megáfono Melisa Domínguez, líder de Hogar Social, para dar las gracias a los asistentes y comentar que van a presentar una iniciativa legislativa popular en la Asamblea de Madrid para que los centros de acogida de menores migrantes se lleven “fuera de los núcleos urbanos”.

“Que se los lleven de aquí”, “que se vayan a su puto país” o “que les pongan a barrer las calles” fueron algunos de los gritos que se escucharon durante la concentración

“No respetan nuestra cultura, no respetan a las mujeres, os van a intentar acosar y violar. Nos hacen ir con miedo por nuestras calles como si estuvieran en su país. ¿Dónde están las feministas aquí? Cuando son extranjeros los que violan, no dicen nada”, asegura Melisa, para quien la Fiscalía pide tres años de cárcel por un delito de incitación al odio tras lanzar bengalas contra la mezquita de la M-30 en 2016.

No es la primera vez que Hogar Social se persona en Hortaleza para aumentar la tensión en el barrio respecto al tema, pues el pasado mes de septiembre trabajadores del centro de primera acogida tuvieron que llamar a la policía para que quitasen una pancarta que este colectivo había puesto en las vallas de la entrada, donde se podía leer: “¡CUIDADO! (presuntamente) AQUÍ HABITAN (presuntos) MENAS (presuntamente) PELIGROSOS”.

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Asistentes a la concentración celebrada este domingo en la entrada del parque Isabel Clara Eugenia. SANDRA BLANCO

La concentración de este domingo, que terminó al cabo de una hora, había sido difundida fundamentalmente por redes sociales, sobre todo desde las cuentas de HTZ Actúa, un colectivo que se presenta en internet como “vecinos de Hortaleza en contra del centro de MENAS en nuestro barrio”, aunque se desconoce qué vecinos lo integran. La líder de Hogar Social Melisa Domínguez participó hace una semana en un programa de la televisión Intereconomía como portavoz de HTZ Actúa.

Tanto Hogar Social como Democracia Nacional divulgaron también en sus redes sociales la convocatoria de la concentración, que la Red Madrileña de Inmigración y Ayuda al Refugiado había solicitado que se prohibiera por su «evidente peligrosidad» a la Delegación de Gobierno de Madrid, remitiendo además un escrito a la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid para que garantizase la seguridad de los menores residentes en el centro.

 

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