Desde sus orígenes, la Unión Europea ha estado rodeada de controversia, pero ha sido en los últimos años con el desarrollo de políticas de austeridad, con la imposición de recortes y de diversos tratados, con Grecia y con el Brexit, cuando se ha reavivado el debate en distintas partes de Europa. Por este motivo, la agrupación del Partido Comunista de España en Hortaleza organizó una charla-debate para trabajar las posibles alternativas a la actual UE y sus consecuencias.
El acto, que tuvo lugar el pasado jueves 3 de noviembre en su sede, contó con dos ponentes de gran relevancia. Por un lado, Marina Albiol, eurodiputada de Izquierda Unida y portavoz del grupo de la Izquierda Plural; y por otro, Álvaro Aguilera, Secretario General del Partido Comunista de Madrid.
Está claro que las políticas de austeridad han afectado con más crudeza a unos países que a otros, pero sin duda es indiscutible que han perjudicado y que estaban diseñadas en contra de las trabajadoras y trabajadores de toda Europa. Así lo destacó Albiol, quien afirmó que la UE es irreformable puesto que fue fundada con dicho fin:
“La UE desde el principio fue construida para mantener los privilegios de una élite. (…) Es hija del sistema capitalista. Una UE que se pliega a los intereses imperialistas de EEUU, que utiliza la OTAN para generar más guerras, más pobreza y más muerte, que se blinda contra las personas migrantes, (…) una Europa que con la crisis ha recogido su cara más cruel y ahora además nos pone encima de la mesa tratados como el TTIP con EEUU, el CETA con Canadá, y el TISA”. Por tanto, las políticas centradas en la gente y lo público confrontan en su totalidad con el modelo existente, y no se permitirán dentro del actual marco de la UE, como ya ha demostrado Grecia.
¿Cuál es la alternativa?
“La única solución es salir del capitalismo. No hay atajos. Si queremos cambiar las reglas del juego (…) no hay más opción que que los sectores estratégicos, que la banca, la energía, las comunicaciones, estén en manos públicas”, recalcó Marina Albiol.
Y es que no debemos olvidar que vivimos en un sistema capitalista y que nuestros problemas no serán solucionados por salir del euro (que es una mera extensión e instrumento de la UE) ni de la propia Unión Europea. Ambos ponentes diferenciaron claramente la soberanía nacional, de la soberanía popular en la que la gente tenga un poder real. No tendría sentido una salida unilateral, como ha ocurrido con el Brexit, para que sigan existiendo la desigualdad y la explotación por parte, eso sí, de élites españolas.
Fijándonos en el modelo del ALBA en Latinoamérica, deberíamos intentar aunar a la clase trabajadora de todos los países, basándonos en el internacionalismo y la solidaridad de clase, puesto que tenemos los mismos intereses y un enemigo común. Para crear esta alianza, la primera de nuestras tareas es desenmascarar y, como afirmó Aguilera, “romper el consenso ideológico de que la UE es garante del bienestar social”. La UE se está resquebrajando. Démosle el golpe final para construir la Europa de los pueblos.