María, a secas, como le gusta que la llamen, nació en el 27. Desde entonces, reside en una de esas casas de pueblo que aún quedan en el barrio de Hortaleza y que han permanecido intactas, ajenas al desarrollo urbanístico y a la especulación.

A pocos metros, en el número 21 de la calle Mar Amarillo, se alza un edificio de fachada color azafrán que tiene tanta historia como nuestra vecina. “Los mozos del barrio usaban ese local para sus cosas, por ejemplo, para disfrazarse allí en Carnavales”, explica María, a quien, con frecuencia, la memoria le falla y confunde fechas y sucesos. “Pero eso era antes de la guerra”, puntualiza. Después, pasó a ser una escuela de la Sociedad de Socorros Mutuos, llamada La Humanitaria.

FUNCIÓN SOCIAL

Tal vez ese nombre, La Humanitaria, haya determinado la función de este singular edificio a lo largo de los años. Desde 1993 y hasta el 2015, fue el campo base de la asociación Amejhor, que lleva años atendiendo fundamentalmente a los niños, niñas y familias del barrio de la UVA. Desde 1989, la asociación El Olivar, una entidad que ofrece techo a los jóvenes sin hogar o en situación de riesgo, también ofrece entre sus paredes un lugar donde se promueve la convivencia y la adquisición de habilidades sociales que faciliten la reinserción social de estos jóvenes.

REACONDICIONAMIENTO

El pasado año, la Junta invirtió cerca de 300.000 euros en la habilitación y reacondicionamiento del edificio tras comprobar el estado de grave deterioro en el que se encontraba. “Se han reparado solados, tabiquería y carpintería, y se ha instalado un ascensor que permite la accesibilidad entre las plantas baja y primera. Además, se ha reconstruido la cubierta y reemplazado las instalaciones de fontanería, saneamiento, climatización y electricidad”, explican a este periódico fuentes cercanas a la Junta.

RECOGIDA DE ACEITE

A la espera de que se den por finalizadas las obras y se obtengan los permisos necesarios para reiniciar la actividad en el edificio, El Olivar celebra este año su 25 aniversario. Su proyecto más reciente, al que han llamado 4en1, lleva tres años en marcha y consiste en la recogida de aceite doméstico usado, que, posteriormente, se vende a una fábrica de biodiésel. Los beneficios de esta iniciativa son evidentes: por un lado, se promueven hábitos domésticos respetuosos con el medio ambiente y, por otro, se crean puestos de trabajo dignos para los jóvenes de la asociación.

(Visited 825 times, 1 visits today)