Los más mayores del lugar recordarán, o habrán oído, que la Ciudad Lineal fue bombardeada ocasionalmente durante la Guerra Civil. Sin embargo, la Ciudad Lineal no tenía ninguna importancia estratégica, ni era un barrio obrero como Tetuán o las Ventas, que eran viveros del Ejercito Republicano. Entonces ¿cuál fue el motivo de esos bombardeos?

Muchas villas de la Ciudad Lineal fueron incautadas y en ellas se pusieron desde colegios a imprentas, incluso checas; pero el lugar más importante fue, sin lugar a dudas, Villa Eloisa, que era el cuartel general del Partido Comunista de España, a la sazón el escondite para el Gobierno de la República de Negrín.

Hasta finales de noviembre de 2011 no se sabía a ciencia cierta donde estaba situada Villa Eloisa. Los nombres de las villas de la Ciudad Lineal eran muy cambiantes, e incluso se podían repetir. En su libro, el coronel Casado hablaba de Villa Eloisa pero nunca llegó a decir en qué punto se encontraba de la Ciudad Lineal, por lo que los investigadores del tema suponían que estaría donde una vez acabado el conflicto se erigió la Cruz de los Caídos, por la entonces carretera de Aragón, hoy calle de Alcalá.

Pero no hace falta irnos tan lejos. Villa Eloisa, que jugó un papel muy importante durante la contienda, estuvo ni más ni menos que en la actual sede de la Junta de Distrito de Hortaleza, la que conocemos los del barrio como Villa Rosa.

La historia del palacete

El Ayuntamiento de Canillas concedió la licencia de construcción para «un hotel de lujo» a Zacarías Homs en 1910, en la manzana 82 de la Ciudad Lineal. Se trataba de un palacete de unos 210 metros cuadrados construidos, con una terraza de 67 metros. Además su jardín fue adornado con numerosos rosales. En 1916 se construyeron otros edificios auxiliares para instalar un laboratorio o almacén, ya que don Zacarías era un afamado propietario de laboratorios.

La finca fue conocida con diversos nombres: Villa Zacarías Homs, Villa Homs, La Rosaleda, o Villa Eloisa, y aunque todos ellos eran una buena referencia, Villa Eloisa es el más extraño. Eloisa Durán Domínguez fue la esposa de Zacarías Horms. Creemos que al fallecer ella en mayo de 1919 le debieron de poner su nombre a la villa. Además en la revista de la Ciudad Lineal fue utilizada la misma foto en diferentes números, como Villa Homs y Villa Eloisa.

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El lugar perfecto

La entrada desde Madrid por la carretera de Hortaleza era dominada desde el Cerro de la Cabaña por un búnker que se encontraba en el actual hospital San Juan de Dios, y desde la iglesia de San Juan Bautista y Villa Fleta -que estaba muy cerca de la Cuesta del Sagrado Corazón y fue la sede del II Cuerpo del Ejército e imprenta-, divisaban cualquier avance a través del arroyo Abroñigal.

En el único edificio que tenía tres alturas de la zona, el Colegio de Huérfanos del Ejército, en la esquina de la calle López de Hoyos con Navarro Amandi, se situó un nido de ametralladoras. En esta misma manzana, en Villa Afriquita, estaba el cuartel del Batallón de Voluntarios nº 8. Por los informes del PCE y testimonios de vecinos, sabemos que otras villas de la zona fueron utilizadas como residencia por miembros del partido, como la Atalaya, que estaba frente a la piscina Stella, o Villa Sol, que está junto al cine Ciudad Lineal.

Los kioscos de la Ciudad Lineal -su cometido era la vigilancia, cuidado del tranvía y puestos telefónicos-, fueron utilizados como garitas de vigilancia. En el cruce de López de Hoyos con Arturo Soria estaba el kiosco Fortín; enfrente de la Stella el kiosco Árabe y el del Ruedo en la Cuesta del Sagrado Corazón, es decir en el camino de Chamartín.

El camino de Fuencarral a Hortaleza (la actual avenida de San Luis) era controlado por la radio de la Marina y el Colegio de Huérfanos de la Armada (CHA), donde se instaló otro batallón. Además, en lo alto del Pinar del Rey, en lo que hoy es una de la trincheras de la Gran Vía de Hortaleza, había un búnker que muchos vecinos recordarán. Desde allí se divisa perfectamente Villa Rosa y se controlaba el camino de la Cuerda desde Fuencarral y la entrada desde Hortaleza.

También en la calle Antonio Cavero fueron instalados algunos puestos de ametralladoras para dominar Carril del Conde. En la esquina del acceso a la Estación de Hortaleza con la avenida de San Luis había una batería de artillería que abarcaba un gran territorio debido a la altura del lugar.

Si a todo ello añadimos que desde Villa Rosa era muy fácil ir hasta El Capricho (Alameda de Osuna), donde estaba el mando principal del Ejército Republicano a cargo del General Miaja, por Arturo Soria o por la carretera de Canillas, tendremos el lugar perfecto.

Para desgracia de los lugareños, y debido al hambre reinante, las pequeñas granjas de los vecinos fueron expoliadas, la necesidad de comida hizo que los gallineros se quedaran vacíos para dar de comer a los soldados y a los miembros del gobierno.

Los últimos días de la guerra

Tanto en el libro del Coronel Casado, como en el informe de Jacinto Barrio, miembro del PCE, podemos leer lo que fue el final de la guerra y la importancia de Villa Rosa. Los kioscos de la Ciudad Lineal fueron tomados por las fuerzas golpistas de Casado y los anarquistas tomaron la zona de Pueblo Nuevo, con duros enfrentamientos con los comunistas.

Jacinto Barrio cuenta la peripecia que tuvo que hacer para llegar a Villa Eloisa desde Madrid, dando la vuelta por Fuencarral y entrando por la avenida de San Luis hasta Hortaleza para evitar los kioscos de la Ciudad Lineal que estaban en manos de los casadistas.

Por suerte en Villa Eloisa no se produjo ningún combate ya que fue abandonada inmediatamente después del levantamiento de Casado. Tras la guerra pasó a ser la Sala de Fiestas Villa Rosa, de las más importantes de todo Madrid.


Ricardo Márquez es autor del blog Historias Matritenses

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