Siempre se ha dicho que toda persona debería hacer tres cosas en su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Aquellos que se atrevan a enfrentarse al reto de comenzar a crear en un papel en blanco ya tienen, en el distrito de Hortaleza, la opción de ver su obra publicada sin la necesidad de recurrir a tocar la puerta de una editorial. Para ello, visitamos la Librería de Autoedición Carmen Bengoechea Bernal, ubicada en la parte posterior del número 4 de la calle de Balaguer.

UN ESPACIO ABIERTO

Carmen Bengoechea ejerce como filósofa, pues considera que esta disciplina (que estudia la esencia, las causas primeras y los fines últimos de las cosas) se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida.

Creadora incansable, se dio cuenta de que necesitaba un espacio en el que poder seguir dando forma a sus escritos. “Al igual que Virginia Woolf reivindicaba que se necesitaba un espacio para escribir, necesitaba un espacio diferente en el que hacer mi obra”, nos comenta Carmen. Así, surge la idea de construir un taller que le permita trabajar. Sin embargo, se cuestiona por qué no ampliarlo a otras personas que, como ella, tienen una idea que plasmar en un papel. Como resultado, un proyecto individual se transforma en una librería.

LIBERTAD DE CREACIÓN

Cuando un escritor finaliza una obra, comienza una tediosa experiencia para intentar que se la publiquen. Para Carmen, la autoedición tiene una gran ventaja respecto a que una editorial lo haga por ti: “La autoedición supone el ejercicio de libertad en todo. Tú decides todos los detalles. Nadie te va a decir lo que tienes que hacer”. Una libertad que, nos comenta, también se ve reflejada en el aspecto financiero: “Una vez que deduces los costes de la fabricación del libro, todos los beneficios van directamente a tu bolsillo. Puedes llegar a vivir perfectamente de tu obra”.

“La autoedición supone el ejercicio de libertad en todo. Tú decides todos los detalles. Nadie te va a decir lo que tienes que hacer”

Que cualquier persona pueda ver su obra publicada en la calle supone democratizar la cultura. Ya no es solo que todos podamos leer, sino que también todos podemos publicar. “Toda editorial se rige por sus propias reglas e ideología, lo que hace que no vean la luz muchísimas obras que merecen la pena simplemente porque alguien tomó esa decisión según un interés propio”.

UNA OPCIÓN NADA NUEVA

Aunque las obras suelen publicarlas en su mayoría por terceras compañías, lo cierto es que la autoedición nació en el año 1440, cuando Gutenberg creó la imprenta. “La autoedición existe antes que las editoriales. Una persona escribía su obra, iba a la imprenta y la distribuía. Ahí vieron una oportunidad de negocio y aparecieron las editoriales”.

Con su librería abierta desde hace ya un par de meses, en los estantes no hay únicamente obras de Carmen. Varias personas se han apuntado ya a esta aventura y venden sus ejemplares aquí. “Hay diecinueve autores”, refleja con orgullo. Cada uno de ellos contando una historia, una aventura, un relato que quiere hacer llegar al público. “Cuando un escritor publica, intenta lanzar un mensaje a un sector concreto”.

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La Librería de Autoedición de Carmen Bengoechea abrió a finales de 2021. JAVIER PORTILLO

EL FUTURO DE LAS LETRAS

Como buena filósofa, Carmen se dedica a cuestionarse todo. Para ella no hay nada donde no quepa la aplicación de la filosofía. Una materia que, por desgracia, no parece que reciba la atención merecida por parte de los estamentos gubernamentales. “Desde que un niño comienza a hablar no hace más que preguntar sobre el mundo que se abre ante él. Su aprendizaje debería darse desde infantil. Sin embargo, su estudio comienza en la Secundaria y, además, de una manera muy sesgada”, dice no sin cierta tristeza.

Que cualquier persona pueda ver su obra publicada en la calle supone democratizar la cultura

También parece que aquellos niños y niñas que empiezan a mostrar interés por la escritura intentan ser corregidos y, de alguna manera, llevados a un camino más práctico. “Esa idea de que escribir no tiene salida es una trampa. Las carreras son modas que van y vienen. En España nos enseñan a buscar empleo. Y es una pena, porque somos un país con mucho talento. Si tiene esa pasión, hay que fomentarla. Que se forme, que vaya a sitios donde haya profesionales que les guíen. Al final, tu pasión es lo que te va a dar de comer”.

Crear y consumir cultura siempre ha estado ligado al ser humano. Ahora, las hortalinas y hortalinos podemos hacer que cualquiera lea aquello que queremos contar.

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