Ya habrán leído alguna vez la frase, atribuida a Tolstói, y que contiene una gran verdad literaria: “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”. Válida para tantas novelas o películas que a lo largo de la historia han puesto la lupa sobre un territorio pequeño para observar en él a la humanidad entera; la frase tendría su equivalente político en aquel lema ecologista y altermundista: “Piensa global, actúa local”.

Un periódico de barrio es la mejor expresión de esa aspiración de mirar de cerca para ver de lejos; y actuar aquí para cambiar también lo de más allá. Un periódico que cuente tu barrio y, al contarlo, acabe contando el mundo, es decir, tu mundo. En los últimos años, andamos necesitados de eso precisamente: de contarnos, de contar qué nos pasa, qué queremos, qué podemos.

Para eso no vale cualquier periódico de barrio, claro. Para mirar a lo cercano, contarlo y desde ahí contarnos como comunidad, hay que proponerse ver a lo lejos. A lo lejos en el espacio: a otros territorios, a otras vidas, culturas, realidades, que también están aquí. Pero también a lo lejos en el tiempo: hacia el pasado, para construir memoria; hacia el futuro, para imaginarlo.

En Hortaleza Periódico Vecinal llevamos diez años empeñados en poner aquella lupa que, en su aumento, deja ver mucho más allá de las calles del barrio. No solo tratando, humildemente, de hacer buen periodismo (independiente, riguroso, crítico).

"Un periódico de barrio es la mejor expresión de esa aspiración de mirar de cerca para ver de lejos, y actuar aquí para cambiar también lo de más allá"

Hemos in­tentado también, desde la modestia de nuestras armas, construir comunidad, ese no­sotras y nosotros al que vincularnos, inclusivo y plural, donde curarnos de la soledad y el miedo a que quieren condenarnos. Lo hemos intentado junto al movimiento vecinal, al de siempre y al reciente, al activismo barrial, los colectivos sociales, el asociacionismo. Y con ese espíritu colectivo en nuestro funcionamiento, como periódico participativo, tan inclusivo y plural como nuestros principios.

Porque este es un periódico con principios, oiga, y no lo oculta. Los principios que compartimos quienes hemos colaborado en él durante estos años. No los ocultamos, al contrario: los exhibimos con orgullo en nuestras portadas, enfoques y opiniones. La lupa nunca es inocente, no funciona sola, hay que dirigirla; y aquí hemos tenido siempre muy claro dónde poner la lupa, qué periódico y qué barrio queremos: democrático, igualitario, solidario, feminista, social. Y antifascista, por supuesto.

El periodismo cínico dice que las buenas noticias no son noticia, pero creo que Hortaleza Periódico Vecinal ha dado muchas y muy buenas noticias en estos diez años. Eso tam­bién es construir comunidad: compartir los motivos para el optimismo, todo aquello que nos repara, nos da fuerza y nos excita la imaginación colectiva.

Y en estos tiempos más catastrofistas que catastróficos, las buenas noticias suelen estar también en lo local, en lo cercano. En el barrio. En las luchas que hemos ganado. En las que todavía no hemos ganado, pero no abandonamos. En las iniciativas solidarias, en las que nos hacen vivir mejor, por pequeñas que parezcan, por efímeras que sean. Para eso también sirve un periódico de barrio, eso también es contarnos: abrir las páginas para coger fuerzas, para armarnos, no resignarnos, seguir intentándolo. Gracias y felicidades.

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