Desde el 14 de marzo, los huertos urbanos, junto con todos los parques y jardines de la ciudad, cerraron sus puertas como una más de las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar la pandemia de la COVID-19. Así, el Huerto Comunitario de Manoteras, desde entonces, ha cumplido esta consigna y solo ha mantenido una asistencia mínima con dos personas que se han encargado de vigilar el riego automático y el invernadero.
Tras más de un mes de confinamiento, y avanzada la primavera con sus lluvias, el huerto ha seguido dando vida en forma de vegetales. Habas, lechugas, acelgas y repollos llegaban a su punto de madurez y los huertanos veían con preocupación que se pudiera perder esta cosecha urbana.
En este escenario, una reflexión fue tomando cuerpo. A pesar de que los huertos urbanos son espacios más relacionales que productivos o de autoconsumo, se producen decenas de kilos de productos frescos, ecológicos y de proximidad, cultivados en los barrios de nuestra ciudad, que pueden ayudar a un buen número de personas en situación de vulnerabilidad.
Cosecha de los bancales del Huerto Comunitario de Manoteras. FRAN SALAMANCA
Así, de esta constatación, nace la iniciativa de cosechas solidarias, en la que participa el Huerto Comunitario de Manoteras junto con otros huertos de Retiro, Barajas, Lavapiés, Moratalaz, Alameda de Osuna, Vicálvaro…, y más que se siguen sumando.
El destino de estas verduras frescas del huerto de Manoteras es el Banco de Alimentos de Madrid para que, desde allí, puedan llegar a personas en situación de vulnerabilidad.
Previamente, ha habido dos hortelanos designados para su recogida y han sido dos miembros de la Asociación Dual, entidad dedicada a la atención a personas en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, quienes se han encargado del transporte de estas verduras bien frescas.
Hasta el levantamiento del confinamiento, no se podrá ver de nuevo a los hortelanos trabajando la tierra en los huertos urbanos, pero el destino de la cosecha recogida les permite poner su granito de arena y aportar un poco de vida en esta tragedia sanitaria y social que ha supuesto la pandemia.
Momento de entrega y recogida en el Huerto Comunitario de Manoteras. FRAN SALAMANCA
