Decir que finalizó la segunda edición de la exposición fotográfica de Canillas sería faltar a la verdad: terminó en el espacio físico de la sala de exposiciones del centro cultural Carril del Conde, pero no en el corazón de cuantos visitantes se extasiaron ante la contemplación de esas enormes lonas en las que se podía visualizar dónde estaba su casa hace 55 años.
En esta ocasión, el lema era ‘El nacimiento de un barrio en fotografías’, con un claro pretexto, homenajear a quien lo hizo posible: el arquitecto don Luis Cubillo de Arteaga, cuya obra, la Iglesia de Nuestra Señora del Tránsito, cumple 50 años, símbolo de la modernidad arquitectónica española en edificios religiosos.
Con la ilusión recién estrenada de la asociación vecinal Canillas, como fruto del equipo de vecinos que el pasado año aglutinó la primera ‘expo-Canillas’ y gracias a las fotografías enviadas a la página de Facebook cuyo número sobrepasa las 3.000.
Los preparativos
En mayo se ponía en marcha la segunda edición de la exposición en un tiempo récord, si se tiene en cuenta el trabajo que supone elegir entre tantos cientos de fotos recibidas, aquellas que hacen referencia al lema, escanear una a una cada fotografía, pasarla a papel y a determinados tamaños para que sean enmarcadas.
Para esta segunda edición hemos contado con fotos panorámicas aéreas del nacimiento del barrio, ampliadas sobre lonas de dos metros. ¿Cómo colocarlas para que el espectador se viera inmerso en ellas? ¿Cómo apoyarlas para que no se viniesen abajo después de tantos dedos indicando: yo vivía ahí? Una vez más, contamos con las ideas de vecinos que vinieron a ayudarnos de manera altruista.
La inauguración
La «recuperación de la memoria del barrio» se inauguraba con la llegada de los primeros visitantes, entre ellos dos hijos acompañando a su padre de 90 años, que apenas hablaba, sentado en una silla de ruedas y pese a haberle mostrado fotos de ellos, cuando eran pequeños con la madre, no daba signos de reconocimiento.
Al llegar a una en la que estaba él con un coche de bebé, dos lagrimones rodaron por su mejillas. Días después, uno de los hermanos vino a recorrer detenidamente la exposición y a darnos las gracias. Un caso similar, sucedió con una mujer afectada por la enfermedad del «ladrón de recuerdos», en este caso su capacidad verbal no estaba aún mermada, después de no reconocerse en la foto en la que estaba con su hija de corta edad e indicar que era una foto «horrible», se volvió con presteza para no dejar de decir el nombre de su hija.
Dada la coincidencia del final de curso, varios han sido los grupos de alumnos que pasaban por la rampa que conduce al salón de actos del centro cultural para ensayar lo que iba a ser su fiesta de final de curso, ninguno de ellos se detuvo a ver las fotografías. Una de las profesoras me indicó que para hacerlo, debían contar con el permiso de la dirección del colegio y la autorización expresa de los padres. Uno de los visitantes me comentaba que, al igual que los niños visitan museos, la visita a la exposición debería ser obligada, porque aquello era historia viva. Él había entrado por casualidad y aunque no era vecino, sí que había tenido una vivienda cercana a los poblados.
El Poblado Dirigido de Canillas, durante su construcción en los años 60
El anecdotario
Entre las visitas sorpresas, tuve el honor de conocer a las hijas y nieta de nuestro homenajeado arquitecto, Luis Cubillo (Madrid 1921-2000). La sencillez de las tres mujeres (heredadas, sin duda alguna) hizo que habláramos largo tiempo de su colaboración con Arcadio Blasco, que tras realizar las vidrieras de Ntra. Sra. Del Tránsito se convirtió en un habitual comensal de la casa y cuyas sobremesas se alargaban hablando de las distintas ejecuciones en los vanos de las diversas iglesias que le fueron encomendadas, no solo en Madrid. De la relativa influencia que había ejercido el arquitecto y diseñador danés Jacobsen en él. Pero, sobretodo, del cariño y admiración que sentía por aquellos vecinos canillenses llenos de solidaridad. También hablamos, cómo no, de la estupefacción ante las últimas obras realizadas en el interior y exterior de la Iglesia del Tránsito.
Ana, Belén, su hija, y Jerónimo Cubillo, volvieron a hacer acto de presencia en los Encuentros Culturales de Portugalete con el concierto de guitarra clásica que tuvo lugar en el salón de actos. También nos visitaron Luis Cubillo, hijo, acompañado de varios miembros del COAM (Colegio Oficial Arquitectos Madrileños).
Un año más, la ‘Expo-Canillas’ ha sido lugar de encuentro para vecinos que nacieron y crecieron en la misma calle, amigos que no se veían desde hacía veinte años. Para el conocimiento de las personas que pudieron llegar muy alto, como ser futbolista del Real Madrid. Conocer a nuestro propio barrio bajo una denominación que desconocíamos: «barrio de las hormigas».
La respuesta de los vecinos, bastantes de ellos, traspasando las fronteras no sólo de nuestro barrio, incluso fuera de Madrid, nos han visitado y se han hecho eco, de lo mucho que significa Canillas para ellos. Del orgullo de pertenecer a un barrio donde prevalece la armonía, donde han sido capaces de crear una Exposición sin ningún tipo de subvención, solo con el sostenimiento de sus propias aportaciones. Podemos decir bien alto que nuestro barrio de Canillas,hoy es conocido en todo el mundo, ya sea en Vigo, Bilbao, Sevilla, Málaga, Barcelona, Cuenca o Ciudad Real, sea en Dublín o Montreal, en Colombia, Ecuador o Filipinas.
Ese sentimiento de solidaridad vecinal prevalece y se hará sentir en estos próximos meses, cuando ya hayamos conseguido tener nuestro propio local de la asociación vecinal de Canillas, donde os estaremos esperando con los brazos abiertos para escuchar vuestros problemas y dar suelta a los futuros proyectos. Mientras llega ese momento que anunciaremos desde estas páginas tan queridas, habremos de conformarnos con ir al Restaurante Bar Sheila, donde podremos seguir adquiriendo los imanes y carteles de esta segunda ‘Expo-Canillas’.
A todos, vecinos y visitantes, nuestro más entrañable y cariñoso abrazo.
