Desde su remoto origen medieval, en tiempos de la reconquista cristiana, la historia del pueblo de Canillas ha discurrido en paralelo a la de la localidad vecina de Hortaleza. De hecho, se cuenta que ambos asentamientos se levantaron, uno enfrente de otro, en las dos orillas del arroyo que discurría por lo que hoy es la Gran Vía de Hortaleza. El final de ambos municipios también fue simultáneo: el 30 de marzo de 1950, Canillas era absorbido por Madrid mediante decreto de Franco. Al día siguiente, Hortaleza corría la misma suerte.

DE PUEBLO A BARRIO

Seis décadas después, aquel pequeño pueblo es un gran barrio con un pasado difuminado: es el único municipio de los anexionados a la capital que no da nombre a ningún distrito. “Canillas como tal siempre ha figurado en los libros actuales dentro del distrito de Hortaleza, con lo que su historia se diluía”, explica Ricardo Márquez, autor de Canillas, el primer libro dedicado a su historia, editado por La Librería.

“Pensé que Canillas merecía también un libro en exclusiva, y más remontándose su nacimiento al siglo XIII”. El autor del blog Historias Matritenses ha querido resarcir a su barrio con una edición de 180 páginas y decenas de fotografías recopiladas tras varios años de trabajo.

El resultado es asombroso, y demuestra la relevancia de un municipio que estuvo a punto de extinguirse en varios periodos de la historia, pero que alojó el innovador proyecto de la Ciudad Lineal de Arturo Soria y el nacimiento de barrios como Ventas o Pueblo Nuevo. De hecho, Canillas se extendía hasta el arroyo del Abroñigal, la actual M-30, donde limitaba con Madrid.

“Desde finales del siglo XIX el Ayuntamiento de Canillas, y sus principales servicios e instituciones, se trasladaron al barrio de Ventas, y el pueblo y nombre de Canillas fue olvidado por los habitantes y dirigentes mucho más preocupados por los problemas acuciantes del barrio de Ventas, estaba divido entre Vicálvaro y Canillas”, explica este administrativo de 53 años que investiga el pasado de los barrios madrileños con devoción.

IMÁGENES EN LA MEMORIA

Canillas a fondoCasualmente, la publicación del libro coincide con la exposición fotográfica ‘Canillas: la historia de un barrio’, que se puede visitar del 16 de mayo al 1 de junio en el Centro Cultural Carril del Conde. Una iniciativa vecinal, promovida desde Facebook, que ha rescatado más de un millar de imágenes antiguas de álbumes familiares.

El centenar de esas fotografías finalmente seleccionadas son un “homenaje a los hombres y mujeres que crearon un barrio de la nada”, como el padre de Emilio Deprés, uno de los impulsores de  la muestra, que fue uno de aquellos domingueros que levantaron, literalmente, sus casas.

“Empezamos en septiembre con la página de Facebook, rescatando las pocas imágenes que había en internet, y la gente al ver eso fue colgando las suyas. Hay auténticas joyas costumbristas que me ponen los pelos de punta”, explica Deprés. El grupo que ha organizado la exposición, financiada con la aportación de los propios vecinos, pretende volcar en un futuro todas esas imágenes en una web. “Algunas fotos de la construcción de la Nueva Esperanza son muy espectaculares, son muy bonitas. Además de   la parte histórica, algunas fotos además son obras de arte”.

¿HORTALEZA-CANILLAS?

Esta búsqueda de recuerdos ha recuperado también el orgullo en un barrio que parecía acomplejado frente a su antiguo vecino. “No fue así durante toda la historia. Canillas aparece en los escritos antes que Hortaleza, su iglesia casi siempre fue la cabecera de la de Hortaleza y Canillejas, y aunque el casco del pueblo era muy pequeño (sólo contaba con seis calles), tenía más habitantes en el siglo XX”, recuerda Ricardo Márquez, que aceptaría con agrado un cambio en la denominación del distrito actual, con Canillas acompañando a Hortaleza, “como recientemente se ha hecho con Canillejas y San Blas; en nuestro caso Hortaleza-Canillas”. Una idea que, sin duda, sería consecuente con la historia.

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