El pasado lunes 16 de septiembre, Ascención Mendieta falleció a los 93 años, la misma anciana alcarreña que a los 88 años inició un viaje de más de 10.000 kilómetros para recuperar los restos mortales de su padre: Timoteo Mendieta Alcalá.
En mayo del 2016, el instituto público Arturo Soria (situado en el barrio de Manoteras, en el distrito de Hortaleza) organizó una emotiva jornada sobre la Ley de la Memoria Histórica. Esta fue posible gracias a la colaboración de Juan Carlos Mestre, Premio Nacional de Poesía 2009, y Emilio Silva Barrera, fundador y presidente de la Asociación de la Memoria Histórica. Emilio Silva, acompañado por Fernando González ‘Gonzo’ (periodista y presentador de La Sexta) y por la mencionada Ascensión Mendieta fueron los invitados de honor durante aquella jornada que se desarrolló en el Salón de Actos.
Durante la jornada, tanto la comunidad educativa (familias, alumnado y profesorado) como los vecinos del barrio tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano la lucha de Ascensión Mendieta por recuperar los restos mortales de su padre.
Ascensión se mostró como una mujer frágil pero fuerte en su anhelo: recuperar los restos mortales de su padre
Como ella misma nos contó, el día 15 de noviembre de 1939, Timoteo Mendieta fue fusilado y enterrado en la fosa común número 2 del patio 4 del Cementerio de Guadalajara, en donde permaneció 78 años. Durante su intervención, Ascensión se mostró como una mujer frágil pero fuerte en su anhelo: recuperar los restos mortales de su padre. De hecho, sus intervenciones conmovieron a los allí presentes, no sólo por la dureza de sus vivencias sino también por la fortaleza de sus convicciones.
En su lucha, que duró varias décadas, Ascensión Mendieta se vio obligada a viajar en 2015 a Buenos Aires (Argentina) para testificar en el proceso que la jueza argentina Maria Servini de Cubría había iniciado para lograr que Ascensión recuperase los restos de su padre.
El sueño-pesadilla de Ascención Mendieta concluyó el 19 de enero de 2016: el día en el que pudo recuperar los restos de su padre. La lucha de Ascensión tuvo, además, su homenaje al ser incluida en el documental El silencio de los otros (dirigido por Almudena Carracedo y Robert Bahar). Un documental que en el 2018 vio la luz y que logró, entre otros, el Premio Goya al Mejor Documental de ese mismo año.
Los que hemos tenido la enorme fortuna de conocerla en persona podemos estar agradecidos por todo lo que nos enseñó; el dolor de su pérdida solo se mitiga al saber que su lucha, “exitosa”, nunca caerá en el olvido.
Gracias Ascensión, que la tierra te sea leve.
César Molina-Prados García-Navas es profesor de Geografía e Historia del instituto de educación secundaria Arturo Soria