‘De Madrid al cielo’ -dicen–, pero hay un lugar mucho mejor para cualquier artista. Susana Blanco (26) cogió las maletas y se fue a Nueva York con 22 años para seguir creciendo como bailarina. Cuatro años después, con una experiencia de 15 a sus espaldas, va a debutar como capitana del cuerpo de baile del musical ‘The Rating Game‘, de la productora Pure Creation Arts, que se estrenará en 2017 en la gran ciudad.

Empezó a dar clases de hip hop y funky a los 11 años en escuelas del barrio de Hortaleza y, poco después, obtuvo una beca en una importante academia de Madrid para formarse también en ballet, jazz y lírico. «La formación multidisciplinar en un bailarín es clave para abrirse puertas», explica. Su inquietud por la danza contemporánea y la española vino poco después, allá por 2008, mientras cursaba los estudios de bachillerato.

A día de hoy no hay disciplina que se le resista. De hecho, en su primera etapa de formación artística sólo hay una cosa que, a conciencia, se dejó por el camino: «Empecé los estudios de Administración y Dirección de Empresas, pero sabía que no era para mí». Dejó la carrera a mitad de curso y, tras ese punto de inflexión, decidió dedicarse de lleno a la danza, esta vez con más ganas, convencida de que su pasión podía convertirse en su modo de vida. Y pese a miradas y comentarios desconfiados sobre un futuro profesional basado en el baile, poco a poco empezó a hacerse un hueco en el mundillo. «Aprendí que si yo no creía en mi misma nadie lo haría», relata.

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Primeros pasos

Fue entonces cuando llegaron los primeros espectáculos musicales en los que ocupó la primera fila; los spots publicitarios, videoclips y galas televisivas; y también su fichaje para bailar en la famosa Vuelta Ciclista a España y como cheerleader del equipo del Real Madrid de básket. «Los focos y las cámaras te dan tablas y mucha seguridad. Te curte», apunta.

Sus primeros pasos mediáticos llegaron mientras descubría otra de sus vocaciones: la de enseñar a bailar. Y conquistada por la pedagogía, comenzó la carrera universitaria de Ciencias de la Danza, aunque en los cuatro años de formación universitaria, jamás quiso bajarse de los escenarios. «No podría bailar como lo hago sin haberme enfrentado cada día a retos nuevos», recalca Susana, que se hizo con la matrícula de honor en su proyecto de fin de carrera tras crear un espectáculo inspirado en Broadway, la meca de los musicales.

Nueva vida en Nueva York

Una vez graduada, eligió arriesgarlo todo. Pasó por Roma antes de aterrizar en Nueva York por primera vez para formarse más. Y aunque reconoce que los primeros meses no fueron fáciles, allí encontró más nivel, nuevos estilos que aprender y una gran ventana al mundo laboral: «Hay muchas más oportunidades que en España», relata Susana, que durante su estancia participó en shows y actuaciones producidas por conocidas compañías de baile estadounidenses.

Estuvo allí hasta que el visado se lo permitió, y regresó con un certificado de Excelencia en la Escuela de Danza Broadway Dance Center y sabiendo que, en algún momento de su vida, regresaría a la gran ciudad. Lo que más lamenta -dice– es que en España la danza todavía ocupe un lugar secundario en el mundo de la cultura.

Tras su etapa neoyorquina y ya de vuelta en Madrid, le llovieron las ofertas. El supuesto prestigio que daba formarse en Nueva York superó con creces las expectativas de Susana: «En siete meses me llamaron para bailar en programas televisivos en ‘prime time’, en dos grandes compañías de danza y en tres musicales», explica. Es más, se incorporó al musical ‘Nino Bravo’ y a la gira nacional del de ‘La Fuerza del Destino‘, el tributo a Mecano que ha pasado por las grandes capitales españolas, donde protagonizó los números de danza principales e hizo importantes dúos.

Paso a paso, Susana va cumpliendo su sueño al convertirse en la bailarina que siempre quiso ser. Ésa que derribó todos los obstáculos que fueran necesarios para poder vivir haciendo lo que le gusta. «Sí se puede vivir del baile», repite hasta la saciedad. Ahora, de vuelta en Nueva York, se embarca en una nueva aventura. Bailará en esas salas que representan el culmen de su carrera profesional y que ahora abren el telón para recibirla.

Susana Blanco 3Foto José Manchado

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