La primera planta del portal 27 de la calle Toronga siempre ha estado destinada a oficinas, hasta que en 2021 fueron vendidas y el propietario intentó cambiar su uso sin éxito. Una superficie de 800 metros cuadrados en un bloque de seis plantas y 24 viviendas donde el pasado 2 de enero comenzaron unas obras de las que los vecinos y vecinas no habían recibido noticia.

En la primera declaración responsable figura que la entidad interesada, la constructora Dapamali Works, SL, solo va a “rehacer baño, carpintería interior y pintar”. Sin embargo, varios vecinos preguntan a los obreros y les contestan que se están haciendo 11 apartamentos.

Ante la denuncia de la comunidad por la posible ilegalidad, llega una segunda declaración responsable que informa de una “transformación de cuatro oficinas en 15”. En los datos se refleja un plazo de ejecución de seis meses, que son unas “obras para cambios de distribución y acabados, sin afectar a la estructura” y cuyo uso es de oficinas. En los planos adjuntos se observa que cada oficina cuenta con baño, una amplia “zona de trabajo” con cocina y una habitación “despacho”.

Este periódico se ha puesto en contacto con Dapamali Works y se han negado a contestar preguntas. En cambio, mediante una interacción con la empresa, la junta vecinal constató que ofrecerían lofts de unos 40 a 90 metros cuadrados con derecho al jardín, pero no a la piscina, cuando realmente no tendrían derecho a zonas comunes por los estatutos.

Cada oficina cuenta con baño, “zona de trabajo” con cocina y habitación “despacho”

Dicapres Inversiones, SL es la inmobiliaria que las comercializa e indican que de momento no están a la venta y que son lofts de oficinas sin uso residencial. “Burocráticamente lo tienen todo en regla”, afirma M. P. B., residente en el edificio, porque están actuando bajo la premisa de que son oficinas, aunque haya indicios de lo contrario.

Los vecinos detectan varias anomalías en el proyecto como el nivel de protección contra incendios, la capacidad de las bajantes para conectar 15 desagües más o la acometida de agua y red eléctrica para proveerlos. La lucha vecinal pide que se intervenga esta obra “desproporcionada”. “El que se meta aquí va a saber muy bien dónde se mete”, comenta M. P. B. Temen que la compra quede entre especuladores y se extienda a los números 23 y 25, bloques pertenecientes también a la Cooperativa del Taxista.

La comunidad de propietarios ha dirigido varios escritos a la oficina del alcalde, la Inspección de Trabajo y la Agencia de Actividades. Se puede ver su actividad en redes sociales como @loftstoronga27

calle Toronga

Detalle de las pancartas colocadas por el vecindario de la calle Toronga número 27. JULIA MANSO

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