Nuestra Junta Municipal no deja de sorprendernos, y más cuando se acercan las elecciones. La ocurrencia esta vez es la creación de un gran centro para la práctica del surf, una de las necesidades más urgentes de los vecinos y trabajadores de este barrio (entiéndase la ironía) demostrando una vez más lo interesados que están en resolver los problemas más acuciantes en nuestro distrito, y como una planificación sostenible, realista y adecuada puede mejorar nuestro distrito.

La zona de Ribera del Loira, junto al recinto ferial, tiene una forma muy alargada y se encuentra encajonada entre la M-40 y las vías del tren. Todos los días laborables, más de 25.000 personas sufren interminables atascos para ir a trabajar allí. En el año 2008, hace siete años, se aprobó la mejora de sus accesos creando enlaces con la M-11 y el recinto ferial, aprovechando esta zona triangular hasta ahora sin otro uso destinado.

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Proyecto privado

Pero a falta de dos meses para acabar la legislatura y sin resolver ninguno de los problemas de movilidad de la zona, se anuncia que esa zona verde podría destinarse a la construcción de un centro privado para la práctica del surf con una laguna artificial de 40.000 metros cuadrados y una compleja maquinaria para producir las olas, casi el 40% de la superficie, incumpliendo la normativa municipal que permite el uso deportivo en las zonas verdes de un máximo del 15% y además cuando ese uso no será público.

Como ya ha ocurrido en muchos otros casos se alega la creación de puestos de trabajo pero, como hemos podido observar en otros proyectos, este tipo de grandes infraestructuras deportivas de uso privado suponen la pérdida de suelo público, en muchos casos de gran interés para otros usos e infraestructuras y al final suele reportar grandes deudas municipales.

El tren nunca llega

La viabilidad económica del proyecto se basa en un estudio presentado por la misma empresa, Surf in the City SL, pero en esta ciudad hemos visto fracasar ya muchos otros grandes proyectos deportivos que luego han tenido que ser asumidos por el ayuntamiento a costa de los impuestos y este parece ser especialmente arriesgado en un país con 8.000 kilómetros de costas y magníficas playas. En este informe tampoco se detalla el canon que se pagará al Ayuntamiento, si es que se va a pagar alguno.

El plan de movilidad de 2008, siguiendo la política del Ayuntamiento de Madrid del fomento del uso del transporte privado, aliviaría algo los problemas en la zona, aunque mucho más eficaz sería la creación de una estación de Cercanías, como vienen solicitando las asociaciones vecinales desde el año 1995, dentro del proyecto del anillo ferroviario Chamartin-Vicálvaro que todas las administraciones (Ayuntamiento, Comunidad y Fomento) siempre han reconocido como muy necesario, pero ninguna de ellas ha hecho nada por ejecutarlo. La estación de Cercanías y su correspondiente aparcamiento disuasorio debería ubicarse en esa parcela pública que ahora se quiere ceder para un negocio privado.

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