“Por fin han solucionado la papeleta”. Este ha sido el pensamiento de los socios del centro municipal de mayores de Pinar del Rey al enterarse de que la calefacción de la carpa de actividades ha vuelto a funcionar desde que se rompió a principios de noviembre del año pasado. Hasta ahora, se han estado utilizando calentadores eléctricos para aclimatar el espacio, pero los mayores que quisieran participar en las actividades, como gimnasia o yoga, han tenido que ser derivados a otros centros.

Sin embargo, no es la primera vez que los socios han tenido que salir del paso para paliar el frío. El actual director del centro, señala que la calefacción empezó a dar problemas sistemáticamente desde que se instaló hace cuatro o cinco años. “Esta es una opinión personal. Pero creo que hubiera sido bueno que estuviera presente un técnico del Ayuntamiento en el momento en que se instaló por primera vez, para saber qué clase de sistema era y el rendimiento que podía dar”.

Al parecer, el problema se ha venido repitiendo porque, según han podido detectar los servicios de mantenimiento, algo rompía sistemáticamente el eje de la bomba de calor; y, a pesar de cambiar la pieza, ésta volvía a romperse, a veces a las 24 horas de haber sido repuesta. Pero, en esta ocasión, los equipos de mantenimiento han encontrado una posible solución al revisar el circuito del suelo.

Un resultado que desde el centro esperan sea duradero, no sólo para poder volver a las actividades de ocio habituales sino, también, para acudir a la cafetería con normalidad. Según han explicado algunos socios afectados, “los mayores que no pueden estar en la carpa vienen a la cafetería y llenan la sala, y los que venimos a consumir no podemos estar”, con las consecuentes pérdidas económicas para el establecimiento.

Centro mayores Pinar del ReyCarpa de actividades del centro de mayores Pinar del Rey / Foto Javier Portillo

UN PROBLEMA CON LA FIRMA DE HACIENDA

La lógica lleva a pensar que otra solución factible podría pasar por comprar un sistema de calefacción nuevo, para lo cual la Junta Municipal del distrito podría acudir al capítulo 6 del Presupuesto General del Ayuntamiento de Madrid sobre “inversiones reales”. En él, se indica el dinero que se gasta en crear y reformar infraestructuras, como en los centros de mayores, colegios o centros culturales entre otros.

Sin embargo, como apuntan fuentes consultadas de la Junta del distrito, la situación llega a un punto muerto tras la aprobación el pasado diciembre del Plan Económico Financiero (PEF), acatado por el Ayuntamiento desde el Ministerio de Hacienda, en el que se contempla un recorte de 95 millones de euros de los presupuestos del citado capítulo respecto a la ejecución prevista de 2017.

“El distrito tiene un contrato de mantenimiento para todos los edificios del mismo”, explican desde la Junta. “Lo que no entra dentro de ese contrato es el cambio de maquinarias, porque eso es una inversión; y con el PEF aprobado, el capítulo de inversiones que tenemos para nuevas infraestructuras está, actualmente, a cero”.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria impide que las administraciones aumenten su gasto público más allá de una tasa de referencia basada en el crecimiento de la economía española, la llamada “regla de gasto”. Así, los Ayuntamientos y las Diputaciones no pueden incrementar sus inversiones a pesar de cerrar sus cuentas con superávit puesto que, obligatoriamente, el remanente de tesorería tiene que emplearse en amortizar anticipadamente la deuda, impidiendo a los gobiernos apostar por unos presupuestos más expansivos.

Dentro de estas limitaciones, las entidades locales que tienen superávit de años anteriores pueden recurrir a las denominadas Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), las cuales deben cumplir una serie de requisitos de acuerdo con la Ley de Haciendas Locales, entre ellos no llevar aparejado ningún sobrecoste posterior. Por ejemplo, sería el caso de las obras para renovar las aceras, pero no la construcción de una biblioteca por todos los gastos añadidos que esta supone.

Para que las Inversiones Financieramente Sostenibles se puedan ejecutar, se deben aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), un requerimiento irrealizable actualmente, dado que los Presupuestos Generales de 2018 llevan bloqueados desde el pasado mes de septiembre, y sin visos de avanzar debido a las constantes pugnas entre las distintas fuerzas políticas y el Gobierno de Mariano Rajoy, al menos, hasta la fecha.

Aunque la aprobación de los Presupuestos Generales en junio de 2017, y vigentes en la actualidad, tampoco facilitaron la inversión social. “Hasta julio no empezaron a abrir la puerta, y eso nos ha supuesto un gran impedimento para hacer las obras previstas en diez colegios porque, lógicamente, se tienen que hacer en verano”, explican desde la Junta Municipal.

Con todo, lo que pueden esperar los socios del centro de mayores de Pinar del Rey es que el último arreglo de la calefacción se mantenga, al menos, hasta que terminen los meses de invierno ya que, a veces, parece más complicado alcanzar un entendimiento entre los responsables públicos que dar con la solución de una avería.

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