La Cabalgata Participativa de Hortaleza estuvo toda la mañana del 5 de enero pendiente del cielo. Había un plan para salvar el desfile si llovía: los peques bajarían de las carrozas por motivos de seguridad y harían el recorrido a pie integrados en los pasacalles. Poco antes de la hora de salida, en la glorieta de Santos de la Humosa se debatía qué decisión tomar. Aunque algo había claro, con lluvia o sin ella, la Cabalgata echaría a rodar.
Finalmente, los niños y niñas bajaron de las carrozas. Se abrieron infinidad de paraguas y muchos se enfundaron el chubasquero. Llovía, pero el barrio no se iba a quedar sin la visita de los Reyes Magos. Poco después de las 18 horas, con noche anticipada por las nubes, arrancaba la Cabalgata más numerosa de los últimos años: diez carrozas y varios pasacalles que llenarían de color y luz las calles de Hortaleza.
A su paso por la UVA de Hortaleza, la lluvia se hizo más persistente. Pero el agua no pudo con los ánimos. En Hortaleza se cantaba, bailaba y sonreía bajo la lluvia. Aunque también se aceleraba el paso de la comitiva, que en apenas una hora había llegado a la avenida de Barranquilla, en el barrio de San Lorenzo, para enfilar el tramo final del recorrido hacia Mar de Cristal y la calle Emigrantes.
La Cabalgata llegó a la Carretera de Canillas antes de las 20:00 horas tras un ritmo apresurado debido a la lluvia. Sin embargo, todos los peques aguantaron el chaparrón hasta el final, y los Reyes Magos, conscientes de que la rapidez de su visita pilló desprevenidas a algunas familias, que llegaron tarde al final del recorrido, atendieron a niños y niñas cuando se detuvieron las carrozas. Incluso les dio tiempo a recoger algunas cartas de última hora, antes de ponerse manos a la obra para llenar de regalos los hogares hortalinos.
Si esas son las fotos de la Cabalgata, que tristeza, anda que no había fotos que hacer y mostrar, que cuesta mucho sacar adelante todo, en cuaquier caso gracias.