Ramón dedicó su carrera profesional a la imprenta y las artes gráficas. Sagaz y avispado, conoció todos los avances técnicos que se produjeron en esta industria, historia que contaba con sus dedos agarrotados muchos años después.
Con todo lujo de detalle, explicaba cómo colocaba las planchas y letras en la imprenta para que el resultado fuese bueno. Lo contaba moviendo sus dedos, pero también utilizaba la mirada, despierta y curiosa; y además mostraba su gesto, de comprensión e interés.
Por supuesto, contaba las cosas con la voz, pero era la última herramienta física que utilizaba para expresar porque desplegaba todos los medios de comunicación que estaban a su alcance. Quizá nunca supo que era un experto de la comunicación humanista y pedagógica.
Quizá nunca supo que era un experto de la comunicación humanista y pedagógica
Fue en los años de trabajo asalariado donde desempeño su lucha sindical en Comisiones Obreras (CC. OO.), donde participó activamente con las huelgas, a pesar de tener un puesto de cierta responsabilidad, con la idea clara de que él era un obrero y que la clase obrera solo alcanza sus derechos si está junta. El miedo a las represalias no hicieron mella en su compromiso.
Fue militante del Partido Comunista de España (PCE) desde la clandestinidad, teniendo que ocultar documentación y proteger a sus camaradas de la persecución política del franquismo, y no solo durante la dictadura, sino también en la incipiente democracia vigilada.
Durante la operación-golpe de Estado de 1981 tuvo que salir a buscar a sus hijas al colegio para protegerlas de la represión que se avecinaba si la extrema derecha tenía éxito. Como militante del PCE, se incorporó a Izquierda Unida desde su fundación, participando en la Asamblea de Técnicos y Profesionales.
Ramón Martínez, a la derecha de la imagen, en la sede de Izquierda Unida de Hortaleza tras un acto con la exeurodiputada Marina Albiol (cuarta por la izquierda). SANDRA BLANCO
Terminó trabajando en la imprenta más importante a nivel nacional, la del Boletín Oficial del Estado, que hoy tiene su sede en Virgen del Cortijo. Ramón se jubiló en Manoteras y, desde allí, dedicó sus años de descanso a la Asamblea de Izquierda Unida de Hortaleza, de la que fue el responsable de finanzas durante diez años, hasta 2018.
En Hortaleza, compartió luchas con su compañera, Pilar, activista en el movimiento feminista del distrito e integrante en los últimos años en la Comisión 8M de Hortaleza.
Aunque en Hortaleza Periódico Vecinal lo recordamos por su apoyo en el mantenimiento de este medio de comunicación vecinal, donde más visible fue su trabajo era tras la caja de caudales de la caseta de IU en las Fiestas de la Primavera del Hortaleza, durante largas jornadas sin descanso, a pesar de su avanzada edad.
Cuentan sus compañeras y compañeros que no se perdió ni un céntimo, ni se traspapeló ni un albarán y que la transparencia era máxima cuando él estuvo al mando. En los últimos años, cuando la caseta pasó a ser la de Ahora Madrid, también estuvo desempeñando las mismas tareas con igual compromiso y responsabilidad que los años previos.
Ramón tenía muchas virtudes, pero sus características esenciales eran su humanismo, su bondad y su lealtad
Ramón tenía muchas virtudes, pero, quizá, sus características esenciales eran su humanismo, su bondad y su lealtad. Sus compañeras y compañeros lo despidieron recordando que “acompañó sin juzgar y tenía la sabiduría de enseñar sin mandar. Era fiel ejemplo de que hacer es la mejor forma de decir”.
Era un apasionado de los viajes, la opera, le gustaba compartir con un ron –cubano a ser posible– con compañeros, compañeras y amistades. Era un apasionado de la vida, una de esas personas que disfrutan cada instante y te muestran cómo hacerlo sin proponérselo.
Con Ramón se marcha otro ejemplo de historia viva de nuestro distrito y nuestra ciudad. Ojalá su ejemplo y recuerdo sirva para que el odio y la intolerancia no consigan avanzar nunca.
Ramón junto a dos de sus compañeras de Izquierda Unida en la caseta de Ahora Madrid de las Fiestas de Hortaleza 2016. SANDRA BLANCO
Fue mi jefe, compañero y sobre todo AMIGO. Se ha ido una gran persona luchadora y sobre todo se ha ido mi gran amigo Ramón Martínez. Te quise, quiero y querré eternamente.
Muchas gracias Pilar, tu sabes que él también te quería.
Un beso
Coincidí con él muy poco tiempo; cuando yo llegué al BOE él ya estaba a punto de jubilarse, pero tengo las mejores referencias de él. Era un gran amigo (su padre, lo llamaba) del que fuera mi primer Jefe en el BOE, Julián Navas, y para mí con eso ya es suficiente. DEP