En mayo, una nueva junta directiva tomó el rumbo de la recuperación en el Spartac de Manoteras C.F., uno de los referentes históricos del balompié en Hortaleza y uno de los pocos clubes de la competición madrileña que aún ha de entrenar en campo de tierra. Los nuevos responsables del club, a su vez, forman un equipo compacto y comprometido hasta el punto de que insisten en mantener el anonimato: “no personalices ni en X ni en mí. Somos cinco chicos jóvenes y tenemos el pensamiento de todos”, ataja con sentido del humor el presidente, aunque en la nueva web del equipo figuran los nombres de los responsables de esta etapa, caracterizada por “una gran labor” con pocos medios.

Ilusión renovada

La convicción de que el gran esfuerzo y la mucha energía y horas dedicadas merecen la pena y no es en balde lo demuestra el titular que “los cinco del Spartac” dan para este artículo: “lo imposible hecho realidad”. Y es que los veteranos del lugar ya veían inalcanzable recuperar una cantera que se había desplazado hacia otros terrenos con hierba.

La estrategia para este renacimiento del club de la calle Tíjola ha sido impecable. Era fundamental que los más jóvenes volvieran a utilizar las instalaciones del club y para ello se organizó una jornada con todos los colegios de la zona (“se les invitó a que vinieran aquí y se les dio sus camisetas”) y se puso en marcha el I Campus de Tecnificación y Juego para los meses de verano de modo gratuito. Esta apuesta les salió bien y para la temporada 2014-2015 el Spartac volvía a la competición en categorías inferiores con más de cien inscripciones. Además, el club ha creado diez becas para jóvenes de centros de acogida.

Fútbol para todos

El objetivo de relanzar el club coincidía con el valor de que “ningún niño dejara de hacer deporte por no poder pagárselo”. Había que dignificar las instalaciones y mejorar las infraestructuras en la media de lo posible (o de lo imposible), así como dar facilidades para la inscripción. Esta se cerró en 100 euros anuales, que incluían las costas federativas, seguro médico, chándal, dos camisetas para entrenar (verde y blanca), pantalón corto y las medias. Además, para los de “hasta 12 años, se les hace una fiesta en el club para él o ella y nueve amigos”.

También comienzan los contactos con la Junta Municipal y, pese a la crisis, obtienen una respuesta positiva que empieza a materializarse con la instalación de nuevos banquillos. La seguridad es importante y que los niños y niñas puedan jugar, también; incluso invitan a los colegios a utilizar de modo gratuito las instalaciones.

“Hacer realidad lo imposible” como lema

Los cinco del Spartac son conscientes de que algunas cuotas de los chavales no se cobrarán y solo cuentan con 40 socios que aportan (cuota anual de 25 € al año), lo que no permite muchos lujos. Por ello buscan apoyos económicos “hasta bajo las piedras”. El bar es la principal fuente de ingresos, pero han puesto en marcha una iniciativa de “lonas solidarias”.

Y es que están convencidos de que “quien la sigue la consigue” y de que “si no siembras, ¿cómo vas a recoger?”. Como lo primordial es crear cantera, han hecho cuentas y han decidido becar a “chavales” de centros de acogida de modo totalmente gratuito, cinco por categoría. Se trata de una iniciativa por la convivencia en un ambiente de respeto en el que no admiten “ninguna signología política”, solo priman los valores deportivos. Aunque precisan del apoyo del barrio y de las instituciones, los cinco de Manoteras van camino de “hacer realidad lo imposible”.

 

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