Mala suerte para los marchantes de arte que Hugo Aroca aún no entre en los circuitos de las galerías. Este pasado viernes 10 de noviembre, casi celebración de su vuelta número 36 al sol, este vecino y artista hortalino, colaborador de Hortaleza Periódico Vecinal, presentaba en el centro cultural Antonio López de Coslada su última obra bajo el título Distancias.
Pocas distancias guardó el público con las pinturas expuestas. Algunos parecían estar a punto de coger con las manos y voltear esas hipnotizantes acuarelas y acrílicos. El frenesí se había apoderado de cuantos habían llegado a lo que en principio parecía una exposición más. ¿Qué buscaban con secretismo, papel y boli?
El artista Hugo Aroca había ideado un juego que el vecino Hugo González Aroca, él mismo, explicó en la presentación: explorar el concepto de distancia en el sentido de «espacio o intervalo de lugar y tiempo que media entre dos cosas o sucesos», es decir, «aproximarnos para descubrir el esqueleto de la obra, los trazos y las pinceladas que la componen».
El resultado del sorteo de una obra original de Hugo Aroca se conocerá el 30 de noviembre. Hasta el cierre de la exposición, se puede participar
Hablando sin tapujos, Hugo incorpora pequeños fragmentos de periódicos de todos los países por los que ha pasado. El juego consiste en encontrar ocho recortes integrados en las pinturas. Quienes los descubran entrarán en el sorteo de «una obra original de Hugo Aroca».
Una urna para recoger las hojas con el reto del juego preside el centro de la sala de exposiciones. Esta permanecerá allí hasta el cierre de la exposición. Al día siguiente, 30 de noviembre, se dará a conocer al ganador o ganadores de este singular juego.
MOSTRANDO LA DISTANCIA Y LA PROXIMIDAD
Hugo Aroca es bien conocido en nuestro distrito porque aquí creció con la amalgama de gentes que buscan un mundo mejor. Suyo fue el cartel de las Fiestas de Hortaleza del 2019 y en este periódico ha colaborado como artista plástico en alguna ocasión como en la portada del número 58, cuyo pintura original puede encontrarse en la exposición actual junto a otras referencias hortalinas.
La página web hugoaroca.es recoge bien la parte creativo-profesional, aunque quizá sea incompleta para definir a la persona, es decir, Hugo González Aroca, un hombre que vive y expresa la proximidad humana como el mayor de los tesoros.
Momento de la inauguración. El pintor Hugo Aroca abraza a una de las visitantes. ANA NAFSI
Los grupos humanos de sus cuadros son prueba de lo que decimos. Incluso en la pintura de grandes grupos, el individuo es respetado, mantiene su espacio en proximidad y contacto a otros seres. Quizá solo en el cuadro Concentración algunos de los personajes quedan aplastados bajo el peso de las manos en movimiento.
No es bueno preguntarle al pintor durante la exposición por su cuadros preferidos pues cambia el juego después de señalar la tabla que representa la Familia Aroca, pero nos reconoce que es por la parte emocional. Entonces decide cambiar el juego de quien pregunta y señalar los que menos le gustan como el del Rastro, titulado Rutina Occidente, uno de los más apreciados por el público.
En todos los casos, también en la exquisita y pedagógica serie de pecados capitales durante la pandemia, el descubrimiento de los detalles en la obra pictórica de Aroca ofrece un descubrimiento continuo pleno de mensajes. Como expresa Norberto González, también pintor y profesor de Hugo en la universidad Rey Juan Carlos de Madrid, «cada cuadro de este pintor es una experiencia vivida, transmitida del conocimiento activo de la naturaleza y materializada en pintura».
La inauguración ha estado llena de detalles con un cóctel familiar de amigos, con el juego que hemos explicado y con cada brindis y conversación. Pero le hemos preguntado por algo incómodo al artista: ¿Se venden los cuadros? ¿Puede ser Hugo mecenas de Hugo?
Obra ’15M Hortaleza’ de Hugo Aroca, que ilustró una portada del periódico vecinal.
Está claro que no, pero en la inauguración no había ninguna lista de precios porque no se sentía cómodo con mostrarla el primer día. Si alguien quiere preguntar, ahí está él. Muchos siguen creyendo que «los artistas viven del aire» y que es de mala educación hablar y mostrar que el dinero es necesario para que el artista pueda continuar creando. Sin duda, la mayoría nos hemos educado en esta especie de cultura hidalga que evita hablar abiertamente del dinero y los artistas no son una excepción.
A unas conocidas les dije después de conocer el reto del juego que «cómo se lo monta Hugo». Me respondió una de ellas diciendo que «qué mal se lo monta Hugo», pues su calidad artística le permitiría dedicarse plenamente a lo que ama hacer en ese diálogo cromático sin fronteras de la humanidad en cualquier lugar del planeta.
Juguemos a las distancias. Separémonos de lo que está ante nuestra mirada para acercarnos al soporte después y comprender cómo se construye un mensaje de realidad cuando pasa por el filtro de la atención. Hugo Aroca es un maestro de estos procesos que se generan en el interior de cada espectador y su obra es una escuela en la que ejercitarse.
Vista exterior de la sala de exposiciones del Centro Cultural Antonio López de Coslada. ANA NAFSI
Magnífica exposición y magnífico artículo. Hugo Aroca es merecedor de esto y mucho más.