Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, la alianza de planetas de la República Galáctica pone en marcha su maquinaria interestelar con una única misión: salvar a un recién nacido de las garras del Ejército imperial. ¿Estamos hablando de la enésima secuela de la saga cinematográfica más famosa del mundo? No, de algo mucho más modesto, pero no menos heroico, del tradicional belén que, cada año, elabora el colegio público Cortes de Cádiz de Sanchinarro.
Ewoks de corcho, acorazados de cartón, robots de cartulina, androides de papel y unos Reyes Magos a lomos de banthas componen un original belén en cuya elaboración han participado el alumnado y el profesorado, así como las madres y padres, bajo la batuta de Francisco Javier Santos Juárez, profesor de religión.
“El tema se elige por votación entre todas las clases del centro y, hacia noviembre, se empieza a elaborar”, explica Francisco Javier, que nos cuenta también que intentan que se confeccione siempre con materiales reciclados, como el cartón, y que participe el mayor número posible de niñas y niños.
La tradición del belén se remonta a los orígenes del Cortes de Cádiz y cada Navidad se supera en originalidad y proporciones. Minions, monumentos del mundo y monumentos de Madrid han sido algunas de las temáticas de años anteriores. “Se echan en falta concursos de belenes en el distrito”, comenta Francisco Javier, a quien no le faltan ganas ni ilusión, como lo demuestra el hecho de que ya esté pensando en cuál puede ser la temática del próximo año. Aunque, para saberlo, habrá que esperar un poco.