En la calle Biosca número 29 del distrito de Hortaleza nace la asociación Jelpas como un refugio para quienes enfrentan una situación de vulnerabilidad. Con recursos limitados, este proyecto sin ánimo de lucro trabaja para romper las barreras que dificultan la inclusión de muchas personas en nuestra sociedad, al mismo tiempo que fomentan el tejido social del barrio.
Alejandro, Andrea y Borja se encuentran al frente del proyecto, pues tras años de experiencia profesional trabajando en la inclusión social querían “hacer algo propio, aunque sea supercomplicado”, asegura Andrea. Su objetivo es garantizar la integración de los vecinos del barrio en los mecanismos sociales y para ello han planteado algunas actividades y propuestas que sirvan de ayuda.
Entre sus ideas están algunas más simples, como una biblioteca pública para niños y adultos, viernes de cine o el ropero solidario. Este último asegura Alejandro que “ha traspasado fronteras”, pues “hay gente de otras zonas de Madrid que viene específicamente buscando esa ayuda en Jelpas”.
Su actividad más exitosa es la búsqueda activa de empleo
A pesar de esto, su actividad más exitosa es la búsqueda activa de empleo, donde enseñan a dar valor a todo tipo de formación, ya sea en otros países o idiomas, a manejarse en las plataformas de trabajo más comunes a día de hoy, así como a enfrentar una selección laboral en nuestro país. Aunque Andrea recalca que hay gente que acude “simplemente por hablar con otras personas, para salir de su casa”.
Es por ese fin dinamizador que enfocan parte de sus esfuerzos en actividades de ocio alternativo, seguro y gratuito. Recientemente, han realizado en su pequeño local un taller de chapas y otro de pintura, cuyas obras decoran ahora las paredes de la asociación. Asimismo, mantienen el foco en la economía circular con su taller de costuroterapia, donde enseñan a arreglar ropa que pueda ser grande o a darle una segunda vida a los tejidos. Además, al inicio de cada curso reparten material escolar donado por los vecinos para aquellos niños que no puedan permitirse los gastos más básicos.

Entre los servicios que ofrece la asociación Jelpas, está una biblioteca pública con ejemplares tanto para público infantil como adulto. M. CARRETERO
Pero la labor de Jelpas no se limita a lo que ocurre entre sus paredes. Sus esfuerzos en conectar con otros recursos sociales o colectivos son importantes. Se encuentran muchas personas “que no saben ni por dónde empezar”; la barrera burocrática es muy dura: “hay muchos recursos disponibles, pero no llegan a quienes los necesitan”, explica Alejandro.
Además, la trayectoria profesional de los tres coordinadores de la asociación dentro del ámbito de los servicios sociales les ha permitido conocer todas las opciones disponibles en el barrio y más allá de él. Pues aseguran que han podido poner en contacto a personas con ayuda a la drogodependencia, centros sociales para aquellas personas que no tienen un techo bajo el que vivir o asistencia tecnológica para quienes no tienen un ordenador en casa, algo básico a día de hoy para muchos trámites.
Sus esfuerzos en conectar con otros recursos sociales o colectivos son importantes
Jelpas lleva casi dos años abierta, pero avanza poco a poco; aseguran sus fundadores que los recursos son tan escasos que los muebles están hechos por ellos mismos y el presupuesto para el local, la web o la electricidad sale de donaciones privadas de los hortalinos, además de su bolsillo, pues sin su propio dinero aseguran que este proyecto sería imposible. Debido a su tamaño y su reducida vida asociativa, no tienen, por el momento, posibilidad de acceder a ayudas públicas o subvenciones que les permitan seguir desarrollándose.
Todas aquellas personas interesadas pueden contactar escribiéndoles un correo electrónico a asociacionjelpas@gmail.com o llamando a 641 689 930.

La asociación Jelpas ofrece diversos servicios de información y asesoría, además de actividades lúdicas. M. CARRETERO