Ya era de noche cuando Marta Beltrán se presentaba ante el Pleno de la Junta Municipal de Hortaleza: “Tengo una niña de siete años con una discapacidad severa y gran dependiente”. Era la portavoz de Jóvenes del Parque, una asociación que lleva casi 30 años dedicada al ocio juvenil y a la integración de personas discapacitadas. Acto seguido, Marta leyó su propuesta. Era la proposición n.º 2016/0242679 y quedó aprobada sin fisuras en estos términos: “Reforma paulatina de los parques públicos existentes en el distrito para facilitar su carácter inclusivo para adaptarlos a niños y niñas con diversidad funcional, incluyendo columpios apropiados para niños y niñas con discapacidad. Asimismo, que se asuma el compromiso por parte de la Junta Municipal del distrito de Hortaleza de que todos los parques públicos que se reformen o se construyan de nuevas incorporen con carácter obligatorio medidas para fomentar la inclusión de niños y niñas con diversidad funcional como las expresadas anteriormente”.

Visibilizar para normalizar

Esta iniciativa aún no la conocían en Manoteras Agustín Millán y Rosi Páez, padres de Jenny, quien “disfruta en el columpio” que le hicieron en el chalé. Jenny nació con una alteración cromosómica y, aunque le gusta jugar con otros niños, “tiene movimientos bruscos…”, pero “es muy sociable”. A Rosi, le parece una buena idea la presentada por Jóvenes del Parque porque, entre risas, recuerda la última vez que “la metí en uno de esos que llevan cuerdas porque, ahí, no se me caía, pero, después, no salía”.

Desde Esperanza, Maxi Izquierdo y Carlos Arce, padres de Isabel, se preguntan para qué ir al parque. “¿Para que mi hija mire a los otros o para que los otros la miren y ya está?”. Es por ello que la propuesta leída por Marta hablaba de “visibilizar para normalizar” a fin de que no haya “espacios vetados o cerrados para nadie” y recordaba uno de los derechos de la infancia proclamado por Naciones Unidas: “al juego y al acceso a los juguetes, los columpios y parques”. Para Maxi, es como si “quienes no andaban no tuviesen derecho a subirse o a jugar”. Por ello, está convencida de que “si hubiera más accesibilidad en los parques, me encontraría con más niños porque, a mi hija, le gusta estar con niños porque es una niña”.

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Lola Sánchez, madre de Juan Antonio y secretaria de Dcyde, denuncia los prejuicios y, aunque aprueba esta iniciativa, pide “que se consulte a los padres” y se explica recordando que un técnico pedía un arenero “donde las sillas se van a atascar y las eléctricas ni las van a poder mover”. Son muchas la ideas que plantea Lola “desde un circuito de sillas de ruedas a la bocha” (bolos).

Tras la aprobación del Pleno, Marta Beltrán agradeció el apoyo a los grupos políticos: “que hayáis dicho que sí ¿significa que yo voy a poder llevar a mi hija a un parque con columpios?”. La respuesta fue que sí, que era lo que Hortaleza pedía (aplausos).

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