Los educadores y demás profesionales que trabajan en el Centro de Primera Acogida de Hortaleza rompen su silencio tras una semana convulsa en la que este recurso gestionado por la Comunidad de Madrid, destinado a acoger a menores de entre 15 y 18 años en situación de desamparo, ha vuelto al foco mediático por dos sucesos que ocurrieron en sus alrededores. En la madrugada del viernes al sábado de la semana pasada, un joven de 17 años residente en el centro de acogida violó, presuntamente, a una chica de 14 años en el aledaño parque Isabel Clara Eugenia. El menor, de nacionalidad marroquí, fue detenido. El domingo trascendió la noticia de la agresión sexual, difundida por líderes políticos como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y por la noche unos encapuchados asaltaron y golpearon a tres jóvenes cerca del centro de acogida, en el que residen dos de los menores agredidos.

En un comunicado, las personas que trabajan en el Centro de Primera Acogida de Hortaleza trasladan su «solidaridad absoluta» con la chica de 14 años que sufrió la agresión sexual. «Toda forma de violencia, especialmente la ejercida contra menores, es inaceptable. Como profesionales de la protección a la infancia, reiteramos nuestro compromiso con la prevención, detección y acompañamiento frente a cualquier situación de violencia», exponen estos profesionales al comienzo del comunicado.

«En los últimos días, nuestro centro ha sido objeto de titulares, debates políticos y comentarios en redes sociales. Como equipo que trabaja aquí cada día, queremos compartir con la sociedad una visión cercana y real de lo que significa acompañar a los adolescentes que residen en el Centro de Primera Acogida de Hortaleza», prosigue el escrito de los trabajadores de este centro de «intervención socioeducativa integral». «Aquí ingresan chicos, chicas y jóvenes con otras identidades de género, de diferentes nacionalidades y procedencias culturales. Algunos nacieron en España, otros llegaron recientemente tras experiencias difíciles y, en ciertos casos, se encuentran a la espera de que la Fiscalía de Menores determine su edad mediante decreto, cuando llegan sin documentación. Todos comparten la misma necesidad: protección, acompañamiento y oportunidades», explican.

"Invertir en ellos no es un gasto: es una apuesta por una comunidad más justa, inclusiva y humana", aseguran los profesionales del centro de acogida de menores de Hortaleza

«El trabajo diario se organiza en torno a un equipo multidisciplinar —educativo, psicológico, sanitario y social—, que garantiza una atención integral. En coordinación con la Consejería de Educación [de la Comunidad de Madrid], se desarrollan programas de alfabetización y programas adaptados al nivel académico de cada residente, vinculados a los recursos formativos ordinarios del sistema. También se llevan a cabo programas de salud y primeros auxilios, talleres de orientación prelaboral, formación en nuevas tecnologías y educación sexual. Del mismo modo, se trabaja el tránsito a la mayoría de edad de los jóvenes que la cumplen en el centro, acompañándolos en la preparación de su vida adulta».

Además, «el centro impulsa actividades culturales y comunitarias» como «un huerto escolar, salidas culturales a museos y actos comunitarios, y un taller de radio en colaboración con Radio Enlace«, la emisora comunitaria de Hortaleza. «Este taller permite a los residentes aprender cómo funciona un programa de radio, trabajar en la exposición de diferentes temas y difundirlos posteriormente en la página de la emisora, dando visibilidad a sus voces y experiencias. Asimismo, contamos con la colaboración de la Fundación Real Madrid, que impulsa una escuela de baloncesto en el centro, favoreciendo la integración y el trabajo en equipo», hacen saber los trabajadores del centro de acogida, que llevan tiempo denunciando la «sobresaturación» de un edificio diseñado para acoger a 35 chavales en condiciones dignas, aunque en 2023 la Comunidad de Madrid duplicó el número de plazas hasta 72.

«Es cierto que actualmente existe un elevado número de residentes, lo que supone un reto en el día a día. Sin embargo, ello refleja la importancia de mantener un sistema de protección fuerte, uno de los mejores indicadores de un Estado de bienestar sólido. En este esfuerzo resulta esencial la colaboración estrecha entre la Consejería de Infancia, Familia y Juventud y la Fiscalía de Protección de Menores de la Comunidad de Madrid, garantizando que cada caso reciba una atención justa y adaptada», defienden.

Al límite el Centro de Primera Acogida de Hortaleza

Para concluir, las personas que trabajan día a día con los menores que pasan por el centro de acogida de Hortaleza hacen un alegato en defensa de este recurso de atención a menores en situación de vulnerabilidad y de su valor social, frente a las voces que criminalizan a sus residentes o que piden su cierre, como el partido Vox, que el pasado miércoles convocó una concentración frente al Centro de Primera Acogida a pesar de no contar con la autorización de Delegación del Gobierno. Desde hace años, este recurso está en la diana de grupos ultraderechistas de todo tipo, y en 2019 alguien lanzó una granada dentro del recinto que tuvieron que detonar agentes de la policía especializados en explosivos.

«Nos preocupa el acoso político y mediático que en ocasiones recae sobre el centro y sobre los jóvenes acogidos y profesionales. La utilización partidista de su situación y la difusión irresponsable de datos en prensa y redes sociales no solo vulnera su intimidad, sino que refuerza estigmas y discursos de odio. No hablamos de cifras ni de estereotipos: hablamos de jóvenes que, pese a las dificultades, merecen ser reconocidos como lo que son: personas». «Invertir en ellos no es un gasto: es una apuesta por una comunidad más justa, inclusiva y humana», es la frase con la que concluye este comunicado firmado por el equipo del Centro de Primera Acogida de Hortaleza.

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