La 75º Feria del Libro de Madrid abre sus casetas desde el viernes 27 de mayo al domingo 12 de junio. A esta cita acudirá, junto otros muchos escitores, Eva Losada Casanova, una de las nuevas firmas habituales de Hortaleza Periódico Vecinal, a quien se podrá encontrar en la caseta 209 de Editorial Funambulista el domingo 29 de mayo de 12.00 a 14.30 y el domingo 5 de junio de 17.00 a 19.00 horas.
Según declara Eva, En el lado sombrío del jardín “es una novela oscura y algunas cosas más”. El texto mereció el cuarto puesto del Premio Planeta 2010 y fue finalista del Premio Círculo de Lectores de Novela 2010. La novela de Eva Losada Casanova es lectura obligatoria en Estudios Hispánicos en la Universidad de Estocolmo y sus ejemplares se distribuyen en países como México.
RESUMEN
Ana Santos regresa desde Madrid a la quinta portuguesa de O Caneiro tras un matrimonio frustrado y la pérdida de la custodia de su hija. Ana busca entre los muros que la vieron nacer la causa de la trágica y enig- mática muerte de sus padres con la ayuda de su hermana Alessandra, una mujer solitaria, a veces cruel, víctima de una extraña enfermedad. La exuberante naturaleza de la sierra de Sintra y el viento obstinado de la playa de Guincho sumergen al lector en un misterioso universo cargado de olores y susurros que en ocasiones se abre como un abanico lleno de peligros y en otras es como una fragancia dentro de un bote de cristal. El lector se rendirá enseguida a la voz de Ana Santos, caminará junto a ella en su desesperada pesquisa , huyendo de sí misma, del lado más sombrío de su jardín, y de todo aquello que le aleja de la verdad que ha vuelto a buscar a la casa familiar y que otros se empeñan en manipular y ocultar.
Con una prosa musical, poética y envolvente, esta novela —con un suspense psicológico digno de Wilkie Collins— logrará arrastrar al tector irremediablemente hasta lo más oscuro de la mente humana.
Me acuesto sin apenas haberme levantado, dejo que el día termine de nuevo sin esperar a que mañana empiece otro. Apago las caras del pa- sado y cierro los ojos para volar hacia un lugar donde nada pese, donde la levedad de lo real sea como los sueños que se desvanecen al despertar…