Finalizaba el año 1977 cuando desde la asociación vecinal La Unión de Hortaleza se lanzaba el primer número del periódico con ese mismo nombre. Participaron muchos colaboradores, y entre ellos, realizando las labores de fotografía, se encontraba José Blanco Pernía.
Madrileño del barrio de Lavapiés, durante su vida laboral desempeñó trabajos de ebanistería, ultramarinos y sastrería, hasta que conectó con la serigrafía para terminar su vida laboral como freelance en el sector del diseño gráfico. En paralelo, desde que en 1959 se compró su primera cámara, una Kodak Retina, se puso a captar imágenes de documentalismo urbano, una constante en su mirada. Como explica su amigo José Luis Ardura, «los ojos de José Blanco y su mirada no juzgan, ni siquiera se impregnan de lo que ven. Son solo testigos», y los describe como «serenos pero amorosos testigos, que ni se apropian ni se duelen de la vida».
El próximo año, José Blanco cumplirá 90, pero sigue teniendo sueños por realizar, como exponer su obra fotográfica en el Silo de Huerta de la Salud que lleva media vida contemplando desde la ventana de su casa. Y retratando con su cámara, como se puede comprobar en el nuevo calendario de Hortaleza Periódico Vecinal, que se ha convertido en una tradición navideña en el barrio y este año se ilustra con fotografías que José Blanco custodia como un tesoro, porque lo son.
PREGUNTA: ¿Cómo empiezas a hacer fotos para el periódico Unión de Hortaleza?
RESPUESTA: Me integré en la asociación de vecinos porque era una entidad donde se percibía la lucha por los derechos y las libertades en una época muy convulsa. Como hacía fotografías, ofrecí mis servicios y colaboración a este periódico.
¿Desde cuándo vives en el distrito?
En el año 1971 comencé viviendo en el barrio de Santa María. Un par de años después, cuando finalizó la construcción de mi vivienda actual, pasé a vivir en Huerta de la Salud.
No has vivido nunca de la fotografía. ¿De dónde te viene esta afición?
En la década de los sesenta tomé la decisión de comenzar a hacer fotografía influido por un amigo y compañero de trabajo que me animó a practicar alguna actividad fuera de la monotonía laboral. De él aprendí a valorar la pureza, la honestidad, la belleza y la honradez que deben acompañar a toda forma de expresión, sea artística, literaria o vivencial. Y adopté como disciplina la fotografía. Con poca información sobre las tendencias y fotógrafos del momento, fue con intuición y casi en solitario como comencé esta afición.
El edificio conocido como ‘corredor’ de la Huerta de la Salud, que alojaba tanto viviendas como maquinaria agrícola y hoy es una biblioteca, junto al Silo en 1983. JOSÉ BLANCO
¿Cómo pasas de ser un mero aficionado a convertirte en un experto fotógrafo documentalista?
El paso del tiempo me ha ofrecido la posibilidad de indagar y bucear en este mundo tan fascinante del documentalismo en el campo de la fotografía y son muchos los autores que me han impactado, y unos pocos, con los que en ocasiones he sentido estar próximo a ellos emocionalmente, no tanto en el corpus de la obra realizada. Puedo extraer de este grupo algunos nombres que me vienen en mente, sin que sean los únicos: Mario de Biasi,Willy Ronis, Pietro Donzelli, Robert Doisneau, Mario Giacomelli, Israël Bidermanas IZIS, Nino Migliore, Paco Gómez, Federico Patellani o Enzo Selleiro. Pero no me corresponde a mí señalar a ningún autor para intentar una cercanía o aplicar etiquetas que pretendan significar lo que en ningún momento ha sido mi intención. Mi obra es personal, sin más.
De las fotos que has facilitado para hacer el calendario, ¿hubieras cambiado alguna?
Las fotos las han seleccionado desde el periódico, siguiendo sus propios criterios. Hubiera cambiado alguna, pero la mayoría me parecen bien.
También llevas algún tiempo haciendo gestiones ante la Junta Municipal para organizar una exposición de tu obra fotográfica en el Silo.
Ese proyecto lo presenté hace algo más de un año, donde tengo mi obra representada, en unas 300 fotografías positivadas. En mi colección privada, dispongo de unas 350 fotografías que las dedico al documentalismo urbano y de ahí saldría la exposición, listas para enmarcar y colgar. La exposición está pendiente de estudio porque hay un protocolo, donde tienen que reunirse cada cierto tiempo la empresa que controla las exposiciones con la Junta Municipal, de forma que eligen entre los diferentes proyectos que tienen cual les interesa en cada momento. Y ahí estoy, en lista de espera.
José Blanco fotografía el Silo desde la terraza de su vivienda en Huerta de la Salud. SANDRA BLANCO
