Los tiempos cambian. Cada vez menos velas y más leds. Sin embargo, cada vez más palabra, más delicias y más calor humano. La noche sigue cobijando las veladas literarias de Manoteras (Cuevas de Almanzora, 46) desde las 22.00 horas. ¿Y si se asomaran al Sol Invicto?
Esta vez Comala se instala en la sala del Mono. Quizá los murmullos de Pedro Páramo den forma a otros territorios. Todo depende de la luz.