El 19 de mayo a las 11:00 horas había prevista una reunión de Ciudadanos con los jefes del hospital de referencia para Hortaleza en un aula de docencia y en plena jornada laboral.

En efecto, a esa hora se pudieron ver al candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, y a su número seis en la lista, Daniel Álvarez Cabo, cuando se dirigían a dicha reunión que, según explicaron, no admitía prensa ya que era privada.

Cuando los delegados sindicales les preguntaron por las razones de que no hubiesen invitado a todo el personal o de la hora y lugar de la reunión, Daniel Álvarez indicó que ellos se reunían siempre en la casa de los que quisieran reunirse con ellos y que la «casa era la que decidía las reglas». Al pedírsele aclaraciones, respondió que había sido la gerencia del hospital la que había autorizado la reunión, la que había decidido quiénes acudían y en qué lugar y a qué hora era la reunión.

Este periódico pidió confirmación de estas declaraciones a Juan José Equiza, gerente del hospital,  quien a través de la responsable de comunicación del Hospital Universitario Ramón y Cajal y mediante correo electrónico ha contestado que: “La petición de visita y contacto con los profesionales del hospital ha partido del propio Ignacio Aguado, la cual se tramita a la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, quien la autoriza. Señalar que, quien ha determinado los asistentes a la reunión, es decir, miembros de la Junta Técnico Asistencial del hospital y jefes de servicio, ha sido el propio Daniel Álvarez Cabo”.

Los delegados de AMYTS (Marisa Mateos Lindeman y Alfonso López García-Viedma), de MATS (Luis Fernández Pineda y Javier Cordón) y de CCOO (Juan Antonio Molero), junto con el  representante electo de la Junta Técnico Asistencial (Miguel Pancorbo Alonso), informaron a este periódico de que la petición de IU, Podemos y UPyD de reunirse con los diversos sindicatos del hospital fue denegada y la reunión tuvo que realizarse en las escaleras de entrada al hospital. También denunciaron la politización de los hospitales y la falta de profesionales en la toma de decisiones ya que, en la Comisión mixta que está formada por ocho facultativos de la Junta Técnico Asistencial (el director y los cuatro subdirectores) el director elige a otros cuatro miembros de manera que el equipo directivo siempre está en mayoría. Además se preguntan por qué la consejería favorece a Ciudadanos frente a otras formaciones políticas.

El señor Álvarez Cabo fue hasta el pasado mes de abril el director médico de este hospital y bajo su dirección ha decrecido el número de camas hospitalarias en 250 y el número de profesionales sanitarios en 600, se ha cerrado la planta de hospitalización de endocrinología, se han llevado a cabo numerosas y «costosísimas» obras, se mantuvo en suspenso la evaluación de carrera profesional y se siguen derivando pacientes a clínicas privadas.

Según comentan los delegados del hospital, «el Ramón y Cajal parece un buen trampolín para consejeros de la CAM, puesto que Álvarez Cabo no es el primero que quiere dar este salto». El actual consejero de Sanidad, Javier Maldonado, fue gerente en el Ramón y Cajal.

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