El agua es incolora e insabora, pero en muchas viviendas de la calle Gomeznarro del barrio de Canillas sale del grifo tintada de marrón y con cierto sabor metálico. Ocurre en el domicilio de Jonathan y Lucía, donde están acostumbrados a bañar a su pequeña de cinco meses con agua mineral. Desde hace tiempo recelan del agua de su casa, algo que sucede también en muchos otros hogares de la calle Gomeznarro, y ahora saben que del grifo no sale nada potable.

El laboratorio de Madrid Salud ha confirmado que las muestras tomadas en su hogar superan los niveles de hierro y de nitritos. Por lo tanto, el agua del domicilio de esta joven pareja, como sospechaban, «no es apta para el consumo».

El caso de Lucía y Jonathan no es aislado. El agua de otra vivienda de la calle Gomeznarro ha obtenido resultados similares. También el del centro de mayores Nuestra Señora de la Merced, situado a más de un centenar de metros de estas casas. En el laboratorio municipal hay más muestras de agua de otros domicilios pendientes de resultado.

Por ello, el Pleno de Hortaleza celebrado este pasado martes aprobó una moción de urgencia presentada por Ahora Madrid para instar al Canal de Isabel II a «solucionar estas incidencias de potabilidad» en el menor tiempo posible y proporcionar agua potable a los afectados.

Jonathan y Lucía llevan meses peleando con la empresa pública de la Comunidad de Madrid para reclamar «un derecho básico» como es tener agua potable en su hogar. «Sobre todo desde que me quedé embarazada», relata Lucía, «porque me salió una dermatitis, y nunca había tenido un problema parecido».

La pareja compró su vivienda en Gomeznarro hace un par de años, y al principio achacaba el sospechoso color del agua al tiempo que había pasado cerrada. «Luego cambiamos los grifos y todo, y no se solucionaba», cuenta Jonathan.

Sus quejas al Canal lograron desvelar el aparente origen a su problema: las tuberías que suministraban agua al domicilio eran de plomo, «algo que está prohibido», apunta el joven. Sin embargo, una vez repuestas las cañerías, el agua seguía teniendo un preocupante regusto metálico.

Agua pocha CanillasAspecto del agua en una vivienda de la calle Gomeznarro

Desde entonces, el Canal ha realizado constantes purgas a las tuberías de la calle con el objetivo de sanear los conductos y eliminar impurezas. Acciones que han tenido un resultado aparente, porque el agua ya no tiene un color repulsivo. «Y eso es un problema, que te la pones en un vaso y no te enteras de que es perjudicial para tu salud», se queja Jonathan, convencido de que algunos de sus vecinos consumen agua insalubre sin saberlo.

Hace unas semanas, la queja llegó a la Junta de Hortaleza. Tras los resultados de las muestras tomadas por los inspectores de Madrid Salud, la concejala del distrito, Yolanda Rodríguez, escribió este pasado lunes al Canal de Isabel II para que de forma «urgente» identificara el «alcance» del problema y corrigiera las «deficiencias» en las instalaciones, así como que suministrara a las viviendas afectadas «agua potable embotellada» porque, como señalaba la edil en la carta, «los vecinos nos han hecho saber que hasta el momento les ha sido denegada en reiteradas ocasiones».

RESPUESTA DEL CANAL

La petición de la concejala y del Pleno de Hortaleza ha tenido un efecto inmediato, y este miércoles ha llegado la respuesta del Canal de Isabel II. La empresa pública asegura que «se han cursado las instrucciones pertinentes» para el suministro de garrafas de agua potable a las zonas afectadas, y que ha solicitado la licencia de obra para «la renovación del tramo de la red previo a Gomeznarro 60», donde podría estar el origen de esta contaminación. Mientras tanto, el Canal se compromete a seguir realizando purgas y tomas de muestra «para la comprobación de la calidad en dichos puntos».

En la carta, sin embargo, el Canal asegura que el lunes tomó muestras del agua del centro de mayores y de la casa de Jonathan y Lucía, y en ambos casos se cumplen los «parámetros» de salubridad, algo que la pareja cuestiona.

«Ayer bañé a mi hija y el agua salía turbia. Hasta que no tenga la confirmación de Madrid Salud no me lo creo», apunta Jonathan. Su desconfianza no está infundada. Durante meses, el Canal de Isabel II le aseguró que el agua de su vivienda se podía beber sin problema.

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