A finales de 1977, las asociaciones vecinales de todos los puntos cardinales de Madrid decidieron federarse para hacerse más fuertes. El escenario de la fundación de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) demostraba la precariedad de la vida en los barrios: ocurrió en la minúscula cocina de una chabola de Orcasitas.

Aquel mismo año, Carmen Lostal se mudaba al barrio de Villa Rosa, en Hortaleza, que las constructoras levantaron olvidándose de los colegios. Esa fue una de sus primeras reivindicaciones, y cuando los niños estrenaron las aulas, ella descubrió el asociacionismo junto a otras madres y padres de alumnos. De ahí a la asociación vecinal, donde compartió décadas de luchas con Paco Caño, histórico dirigente que llegaría a presidir la FRAVM. Desde el fallecimiento de Caño el año pasado, Carmen preside Villa Rosa, mientras sigue en la vicepresidencia de la Federación. Tiene 64 años, pero no piensa que del activismo no hay que jubilarse. “Si me mantengo bien es gracias al movimiento ciudadano”, bromea.

PREGUNTA: Llegas al barrio de Villa Rosa en 1977, el mismo año en el que se funda la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos.

RESPUESTA: Veníamos del barrio de San Blas, y pasamos de una casa muy chiquitita a una más grande, y en el barrio estábamos poquito, porque se echaban muchas horas en el trabajo para pagar un piso. Era un barrio agradable y obrero con sus carencias, sobre todo la ‘camioneta’, que era el único transporte público y pasaba por la Carretera de Canillas, con sus baches. Un año nevó y no podíamos salir de aquí.

¿Cómo recuerdas entonces Hortaleza?

Recuerdo que las infraviviendas de Canillas, de la UVA y Las Cárcavas, y los vertederos que había allí. El barrio tenía bastantes problemas. No había metro y se creó la plataforma para reivindicarlo. El polideportivo de Villa Rosa hubo que negociarlo, y el parque lo logramos con participación vecinal. Tampoco había colegios ni instituto. El primer colegio lo tuvieron que limpiar los padres para ponerlo en marcha,

Da la sensación de que todas las conquistas llegaron gracias a la presión de las asociaciones vecinales.

Si las asociaciones no existieran, habría que inventarlas. Han estado pendiente de todo, y hay cosas que habrían acabando llegando, pero sin una asociación dando la matraca habrían tardado muchísimo más. Por ejemplo, en el tema de los vertederos de Las Cárcavas. Si no fuera por las asociaciones allí seguirían, y no tendríamos el parque forestal que tenemos ahora.

Hortaleza fue pionera en la coordinación entre barrios que luego generó en todo Madrid la FRAVM

Yo no estaba aquí cuando surgió la coordinadora de Hortaleza, pero fue de allí de donde salió el Catálogo de Necesidades del distrito. Fuimos pioneros en la creación de esa coordinadora y del Foro Ciudadano. Había gente como José María Julián de Portugalete, Paco Caño de Villa Rosa, o Juan Rey de La Unión, puntales de nuestro distrito, como también lo fueron Ricardo de Las Cárcavas, o más recientemente Borja de La Unión. También recuerdo a Victoriano Perales, de Pinar del Rey, que hizo todo lo posible para que no cerrase su asociación.

A esa lista de hombres habría que sumar también a muchas mujeres, que en Villa Rosa siempre fueron importantes.

La asociación de Villa Rosa siempre ha tenido mucha participación de mujeres, y en general en todas las asociaciones vecinales. En la nuestra, desde el principio, ellas han trabajado bastante por la igualdad, y han sido pioneras en ese sentido. De hecho hemos tenido muchas presidentas.

Tú ahora presides la asociación tras el fallecimiento de Paco Caño, que también presidió la FRAVM.

¿Qué quieres que diga de Caño? Fue un grandísimo compañero y dirigente vecinal que agrupó a todo el mundo y emprendió infinidad de cosas, como los huertos urbanos en sus últimos años. En la FRAVM también trabajó no solo por la coordinación de los barrios, sino de los pueblos de la región, que los visitó casi todos. También fue un referente en temas de sanidad, de educación, de agua…

¿Son tan importantes las asociaciones vecinales como hace 40 años?

Han pasado 40 años y siguen existiendo los mismo problemas que existían antes, porque en los nuevos barrios se reproducen los problemas que había entonces. Como en Sanchinarro y Valdebebas, donde siguen faltando las misma cosas cuando se planifican. Por eso en esos barrios se crean rápidamente asociaciones vecinales. Durante la crisis, las asociaciones también hemos sido importantes, como en la gestión de bancos de alimentos, y se ha involucrado mucha gente joven. Seguimos siendo importantes atendiendo necesidades y para defender a nuestros barrios para mejorar las condiciones de vida de los vecinos.

Algunas han rejuvenecido durante este tiempo, como la asociación de Manoteras.

Y está llena de vida, aunque por desgracia la quiere cerrar el IVIMA y no podemos permitirlo. Lo tengo más claro que el agua, Manoteras no se toca.

El anterior presidente de la FRAVM, Nacho Murgui, es ahora Teniente de Alcalde del Ayuntamiento. Sin embargo, también han surgido conflictos entre el movimiento vecinal y el Consistorio de Ahora Madrid.

La gente votó muy ilusionada pensando en un cambio, y sé que es muy complicado gobernar. En nuestro distrito, lo que más nos ha llamado la atención es el gimnasio que se ha aprobado construir en el casco antiguo. Se nos podría haber consultado, y percibimos que hemos tenido poco apoyo del Ayuntamiento y de la Junta Municipal. Con el tema de los presupuestos participativos no se están ejecutando algunas cosas, y hay gente que está viendo que no todo es como pensaba que iba a ser, un cambio radical, pero las cosas de palacio van despacio. En Villa Rosa también seguimos pendientes de que mejore nuestro parque, que está dejado de la mano de dios, y no vamos a abandonar reivindicaciones históricas como el cierre del anillo de Cercanías.

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