El pasado 1 de noviembre arrancó por vez primera la Fantasmal Compaña de Manoteras, una informal procesión que, partiendo de la plaza de la Soci, recorrió gran parte de las calles del barrio al son de cencerros, campanas, toques de ánimas y los versos medievales de las danzas de la muerte (en latín y castellano antiguo) para acabar en el Huerto Comunitario, engalanado y preparado para la ocasión.

Ya se sabe que, por esas fechas, se conmemoran unas cuantas festividades históricas. La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se celebra el Samhain celta, que conmemora el fin de las cosechas y una noche de paso entre la estación de la luz y la de la oscuridad, una puerta entre el mundo de los vivos y el del Más Allá. Fue esta costumbre la que llevaron emigrantes irlandeses a Estados Unidos y acabó conformando el actual Halloween.

El día 1 de noviembre es también la fiesta católica de Todos los Santos y el 2, la de los Fieles Difuntos. Así que esa noche, del 1 al 2 de noviembre, se celebra la Noche de Ánimas con historias de miedo y dulces típicos.

El 2 de noviembre coincide también el famoso Día de Muertos mexicano, una fiesta familiar que tiene como objeto recordar a los seres queridos que partieron y con los que ese día se comparten alimentos y ofrendas.

La Fantasmal Compaña de Manoteras  tomó elementos culturales de todas estas prácticas mezclándolos para crear una fiesta propia, con afán sincrético e integrador, que llegue a convertirse, si la suerte acompaña, en una tradición que nos permita juntarnos y festejar entre todos.

A pie de los bancales, se levantó un  altar de muertos, se tomaron dulces y se bebió queimada para brindar por los ancestros. Este ritual culminó con la quema papeles en los que la gente había escrito aquello que deseaba dejar atrás, todo lo negativo del año, las desavenencias y los sinsabores. Se simbolizaba así una nueva ronda de cosechas y amistades con los mejores augurios.

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Momento de la quema. Foto Ana Nafsi

Junto a las llamas del orujo, se recitó de corazón las palabras con las que termina el conxuro de la queimada:

Forzas do Ar, Terra, Mar e Lume,
a vos fago esta chamada:

si é verdade que tedes mais poder que a humana xente,
eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fóra,

participen con nos desta queimada.

(Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego, a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder que la humana gente,
aquí y ahora, haced que los espíritus de los amigos que están fuera,

participen con nosotros de esta queimada).

Pese a que el día siguiente era laborable y lectivo, quienes participaron en la Fantasmal Campaña salieron seguros de que «el año que viene más y mejor».

 

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