Bacterias, gasas, yodo y pañales de haber cambiado a los bebés conviven de un día para otro en las papeleras de las consultas de pediatría. A veces de viernes a lunes, “con lo que ya se puede imaginar el panorama al llegar a las ocho y ver que la consulta no está limpia”. Este es solo un ejemplo de las consecuencias de la reducción y precariedad del personal de limpieza, que está provocando un “riesgo sanitario” en algunos centros del distrito.
Pero la mala gestión de los residuos biológicos no es el único problema. Hablando con centros de salud como el de Mar Báltico, nos cuentan que el personal de limpieza no puede hacer lo estipulado porque, aunque corran mucho, falta gente. Además, la saturación de las consultas desde las ocho de la mañana a las nueve de la noche impide que haya tiempo “para limpiar el polvo”. En ocasiones, entre paciente y paciente, “pasan muy deprisa para hacer lo que pueden”. Sin embargo, a las trabajadoras de la limpieza de los centros de salud se les exige que no haya quejas y están muy presionadas. En algún caso se le ha cambiado el horario de la jornada laboral tres o cuatro veces en el mismo año.
Limpieza ‘privatizada’
Este problema sanitario y laboral es consecuencia del proceso de externalización de la limpieza de los centros de salud llevado a cabo por la Comunidad de Madrid. Ferrovial, a través de la empresa Ferroser Servicios Auxiliares S.A., gestiona desde el 15 de abril de 2013 la limpieza de los centros de salud, unos 300 con cerca de 700 trabajadores en total.
El servicio se adjudicó por un 37% menos de lo que la Comunidad había presupuestado. La empresa propuso 120 despidos y reducciones de jornada de un 37%, aunque finalmente acordó un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) durante el contrato de Ferroser con el IMSALUD lo que supuso para las trabajadoras una reducción semanal de la jornada del 28% y la posibilidad de acogerse al paro el tiempo que se ha reducido. Asimismo, quienes se quisieran marchar obtendrían una indemnización de 33 días por año con un máximo de 15 mensualidades: 82 personas se acogieron a este acuerdo.
“Yo llevo 24 años trabajando y nunca había visto esto. Los centros de salud están que no hay quien los vea, están sucios”. Según las representantes de UGT Amaya García y Marina Fuentes, trabajadoras en los centros de salud de Mar Báltico y Benita de Ávila, la limpieza se ha deteriorado “ya que en muchos centros se ha reducido el número de limpiadoras”. Además hay varias horas sin personal de limpieza hasta la llegada del siguiente turno.
Problemas laborales
Junto a estas irregularidades, la empresa está contratando suplencias y permitiendo horas extras pese a que durante un ERTE están prohibidas. Pero no es el único problema de las trabajadoras. El pasado mes de diciembre el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) no abonó octubre aduciendo que en vacaciones es la empresa la que tiene que abonar el salario completo. La empresa se niega a hacerlo. Inspección de trabajo ha dado la razón a las trabajadoras, por lo que estas lo han denunciado.
A día de hoy la situación de las trabajadoras y el estado de limpieza de los centros sanitarios son gravísimos. Por estos motivos, el personal de limpieza está pidiendo que los usuarios rellenen las hojas de reclamaciones “quejándose del estado de limpieza de los centros sanitarios para que se multe a Ferrovial por incumplimiento de contrato”. No es solo una cuestión laboral. Los recortes de los servicios de limpieza en centros sanitarios son especialmente graves por los riesgos sanitarios que conllevan: mayor riesgo de contagios y de complicaciones de salud por falta de higiene.