«¡San Isidro solución!», se ha escuchado este martes, justo después de la primera intervención de la alcaldesa Ana Botella en el último Pleno municipal antes de las elecciones, en el salón del Palacio de Cibeles. El grito procedía de varios afectados de la cooperativa Residencial San Isidro de Hortaleza, que actualmente residen como okupas en sus propias casas, desesperados por un conflicto legal que podría acabar con el derribo del bloque de viviendas que levantaron con sus ahorros en la calle Juan Daniel Fullaondo, en el barrio de Las Cárcavas, pero dentro del desarrollo urbanístico de Valdebebas.

Muchos de los cooperativistas se han desplazado esta mañana a Cibeles para reclamar al Ayuntamiento la solución que la propia alcaldesa prometió a los afectados. La cooperativa San Isidro se quedó el año pasado a una semana de conseguir la Licencia de Primera Ocupación, para la que tenían todos los trámites en regla, cuando los problemas jurídicos que han afectado a Valdebebas les perjudicaron por partida doble: no sólo se quedaron sin licencia para poder habitar sus casas, en las que cada familia ha invertido ya más de 100.000 euros; además un juzgado admitió a trámite una demanda del abogado José Ignacio Hernández Obelart contra la cooperativa, logrando que se suspendiera cautelarmente la licencia de obras de, paradójicamente, un edificio ya construido.

Obelart es abogado de Luis Ignacio Martínez Alías, conocido como el «recurrente habitual» de Valdebebas por llevar a los tribunales muchas de las promociones del barrio basándose en la ‘nulidad’ de este desarrollo urbanístico dictada por el Tribunal Supremo en 2012. Mientras la mayoría de viviendas han logrado regularizar su situación, la cooperativa San Isidro sigue pendiente de una sentencia judicial que podría acabar con el derribo del edificio. «Nuestras vidas han sido paralizadas por un demandante sólo por dinero», denuncian los afectados.

Los cooperativistas, ahogados por los gastos y sin poder estrenar su vivienda, decidieron a principios de año okupar sus propias casas, mientras negociaban con el Ayuntamiento de Madrid una fórmula que pusiera fin a su rocambolesca situación. Hace unas semanas, el Consistorio arrojó la toalla, dejando a los vecinos en la estacada.

Las familias de San Isidro siguen reclamando al Ayuntamiento que asuma su responsabilidad por haber otorgado una licencia de obras que podía ser anulada en los tribunales. Con la ayuda de la asociación de vecinos de Valdebebas, están recogiendo firmas en internet para denunciar su situación. También protestaron el pasado viernes en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, donde portaron carteles con el lema ‘Okupas por vuestra culpa’. Paz González, delegada de Urbanismo del Ayuntamiento, les dijo que se fueran a protestar ante el demandante. Hace unas semanas, la misma delegada les prometía que encontrarían una solución para la cooperativa.

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