A finales del pasado año cerraba sus puertas el HK, uno de los gimnasios de boxeo y kick-boxing más conocidos del distrito gracias a la actividad deportiva y social que ejerció durante cerca de 20 años en Hortaleza. A lo largo de diferentes etapas, el centro funcionó como punto de encuentro para aquellos hortalinos y hortalinas amantes del deporte en general y del boxeo en particular, al tiempo que sirvió como vía de integración y escape para jóvenes del barrio con graves problemas de desestructuración familiar.

A pesar de su arraigo en el barrio –contaba a su cierre con una cartera de 650 socios, 200 de ellos enfocados al boxeo-, los diferentes caminos profesionales emprendidos por los socios, unido a la alta competencia existente de otros centros deportivos del distrito, provocaron finalmente su cierre el pasado 30 de noviembre.

Cuna de campeones

El gimnasio, que en los últimos tiempos ofertaba club de boxeo, kick-boxing, defensa personal y fitness, entre otros servicios, estaba ubicado en la calle Mota del Cuervo e inició su andadura en el distrito en los años 90 gracias a la iniciativa y dedicación de Hovik Keuchkerian, que lo bautizó con sus siglas.

Este actor, comediante, poeta y exboxeador español de origen armenio -que en 2003 se proclamaba campeón de España de boxeo en la categoría de pesos pesados, título que revalidaría un año después- comprendió rápidamente la importancia del deporte como fuerza integradora vecinal. El boxeador, junto a otros socios, puso en marcha entonces el HK como otra alternativa a la oferta deportiva existente en Hortaleza.

HK CristianBoxeadores y profesores del HK, en una foto de familia antes del cierre.

Obra social

La implicación del HK en la integración de chicos problemáticos del distrito se iniciaba en 2008-2009, cuando Hovik Keuchkerian y Fundación Raíces alcanzaban un acuerdo para dejar participar y entrenar boxeo a algunos de estos jóvenes, mediante becas y cursos gratuitos, como vía de escape a sus problemas personales, económicos y/o sociales.

Así lo rememora Julio Rubio, educador social, colaborador en diferentes asociaciones vecinales y amante del boxeo. “En esos tiempos, comenzamos a llevar chavales con problemas al HK y la adaptación al gimnasio fue muy rápida y positiva. Nosotros trabajamos con estrategias personalizadas y de seguimiento y buscábamos que los chicos tuvieran un espacio propio, más allá del boxeo”.

Julio Rubio agradece la labor empleada tanto tiempo por todos aquellos que trabajaban en el centro. “La actividad realizada por las personas del HK durante estos años ha demostrado que no son tan importante los estudios académicos de los formadores como la predisposición de la gente a ayudar”, comenta.

“La gente implicada del HK era muy accesible y actuaban más como educadores que como profesores. Ese vínculo de colaboración les salía de forma natural”, añade Rubio. Tras el cierre del HK, el educador ha alcanzado ahora un acuerdo con otra escuela de boxeo, La Fábrika de Vallekas, para continuar la vía de integración de jóvenes gracias al deporte y al boxeo, y que “deja ahora huérfano el cierre del ‘HK’ en el barrio”, explica.

“Es una pena que hayamos tenido que buscar fuera del distrito pero hemos buscado nuevas alternativas. Por ejemplo, varios vecinos han creado ‘Hortaleza Crew Boxing’, unos grupos del taller de boxeo de la asociación vecinal La Unión de Hortaleza y del Ateneo Libertario de Hortaleza”, resume el formador social.

Hovik y MoralesUn joven Cristian Morales (a la derecha) con Hovik Keuchkerian en una imagen de archivo.

Formadores y vecinos

Con el paso de los años, las diferentes actividades empresariales y profesionales de Hovik Keuchkerian conllevaron que la gestión del gimnasio fuera llevada a cabo, de forma más directa, por distintos formadores y entrenadores colaboradores del ex -boxeador. Uno de ellos es Paco Gutiérrez, gerente del gimnasio hasta su reciente cierre. “El centro tenía dos funciones esenciales, por un lado la deportiva, y por otra, la labor social con los vecinos”, comenta.

“Echábamos una mano a Fundación Raíces aceptando a entrenar a jóvenes con problemas familiares sin cobrarles la cuota”, añade el gerente. Paco Gutiérrez explica las principales causas que han ocasionado el cierre del HK: “Hace tiempo que los socios han emprendido otras actividades empresariales y personales. Además, la enorme competencia de todos los gimnasios low-cost han acabado por poner punto final al HK”.

Otro formador y profesor de boxeo asiduo del ‘HK’ es Cristian Morales. El vecino nativo del barrio hortalino de Las Cárcavas se proclamó campeón de España del peso ligero en 2015 y ha sido profesor desde hace años en el gimnasio. “Es muy triste que el barrio se quede sin un espacio de referencia para aquellos jóvenes que aman el boxeo, ya que el HK no era solo un centro deportivo sino un lugar de encuentro de los vecinos”, asegura este boxeador hortalino, que luchará por revalidar su título este mes de febrero en el Pabellón Municipal Jorge Garbajosa, de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Morales continuará, junto a Paco Gutiérrez, el camino marcado por HK. De hecho, ambos ultiman la apertura de una nueva escuela de boxeo, ‘Morales Box’, situada en la calle Rafael Herrera, en las inmediaciones de Plaza Castilla. “Seguiremos enseñando este deporte que tanto nos apasiona, aunque es una pena que tengamos que continuarlo fuera de Hortaleza”, añade el campeón hortalino.

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