En una rasante de la calle Mar Caspio, pocos son los niños que se atreven a jugar en el parque infantil, ya que alberga columpios y toboganes corroídos por la herrumbre. El estado de completo abandono de este parque simboliza la situación general de la colonia Orisa, delimitada por la avenida Virgen del Carmen y las calles Mar de las Antillas, Mar Caspio y Felipe Herranz.

Deterioro y falta de accesibilidad

Paseando entre las calles Azagra y Arzúa se observa el desigual estado de conservación de los espacios anejos a las viviendas, con zonas valladas sin uso determinado, y el descuido de las zonas ajardinadas, invadidas por la maleza y la suciedad. Lo que es más grave es el peligroso estado de los muretes de contención, las escaleras y las rampas. La falta de accesibilidad convierte a muchos de los habitantes, pensionistas de bajos recursos económicos, en prisioneros de sus propias viviendas.

Clara Ibáñez, vecina de este barrio, lo explica: “Esta lamentable situación se origina en el modelo de ordenación urbana de los años sesenta. En los poblados del extrarradio, que absorbían el intenso crecimiento demográfico de la capital, lo prioritario era construir las viviendas y se instaba a sus habitantes a formar juntas de propietarios o mancomunidades para acondicionar y urbanizar las zonas comunes”.

Sin consenso vecinal

Con el tiempo, la situación se ha agravado ante la desidia por parte de la Junta Municipal y la falta de entendimiento entre los habitantes de la antigua colonia. En los años ochenta, el Ayuntamiento mandó asfaltar parcialmente las calles, pero algunos vecinos del bloque 10 se negaron a ello al suponer que este arreglo implicaría la cesión de su terreno.

Como consecuencia, el espacio situado entre los bloques 6 a 16 de la calle Azagra se quedó sin pavimentar. En palabras de Clara, “El Ayuntamiento se desentendió y no veló por los vecinos de los otros bloques afectados. Estos se cansaron de recoger firmas, que la Junta del distrito de Hortaleza ignoró porque los técnicos no vieron un conflicto histórico, sino solo la calificación del terreno en un plano”.

Posibles soluciones

34 años después, se abren algunas vías de solución: una es el Plan Madrid Recupera, que facilita la realización de obras de mejora y de accesibilidad de las viviendas situadas en las Áreas Preferentes de Impulso a la Regeneración Urbana (APIRU), entre las que se encuentran las del barrio Orisa, y otra pasa por las propuestas de gasto 3218 y 3866 que se han presentado en la convocatoria de los presupuestos participativos.

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